Santiago de Chile.- LA CONCENTRACIÓN inquebrantable de Yenigladys Suárez le valió para alcanzar su segunda medalla de oro en los VII Juegos Parapanamericanos.

La campeona en la pistola a 10 metros, el domingo, se alzó hoy con la corona en la modalidad a 50 metros, mostrando una estabilidad envidiable durante la final.

La contundencia y la seguridad le hacían un tren indetenible soltando acero hacia la diana y aprovechando cada error del contrario. De esa forma llegó el título cuando parecía que debía conformarse con la medalla de plata.

A un extremo de la barra de tiradores, su compañero Di Angelo Lóriga conseguía un disparo certero tras otro, al punto de llegar a la última ronda con posibilidad de superar el récord parapanamericano en la modalidad.

Solo un desliz irresoluble le alejaría de la corona... Y sucedió que el armamento que lo llevó a acariciar la presea dorada soltó caprichosamente la munición cuando preparaba el disparo.

Ello no solo le privó del récord, sino que debió ver cómo el título se escurría entre sus dedos hasta el cuello de Suárez. 

«Me encuentro un poco contrariado con ese suceso, son cosas que no controlas y hay que asumirlas porque no tiene remedio», confirmó a JIT con resignación.

Sin embargo, a pesar del inesperado evento mostró alegría por su compañera y «porque la medalla de oro se quedó en Cuba, que es lo más importante». 

«Estoy muy agradecido con el Inder, con la familia del tiro, con la Revolución Cubana que nos apoya para lograr nuestros sueños y realizarnos como personas», matizó el ganador de dos medallas plateadas en su debut a este nivel. Agregó que esperaba una medalla porque siempre sale a dar lo mejor, pero no imaginó que estaría peleando la corona en la última ronda.

Suárez mostró su grandeza en la línea de tiro y luego de la competencia al reconocer a su compañero: «son cosas que suceden en la competencia. Él es muy joven y tiene un extraordinario futuro. Esto le servirá de experiencia para competencias posteriores, estoy segura de que va a ganar muchas veces».

«Un orgullo tremendo, una satisfacción inmensa convertirme en bicampeona de estos Juegos. Sabía que podía obtener una medalla, pero no que alcanzaría otro título, no estaba en los planes y la alegría es indescriptible», aseguró la estelar tiradora.

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