Santiago de Chile.- DOS MUJERES se encargaron hoy de encarrilar a la armada cubana de judo por la senda del oro en los XIX Juegos Panamericanos. Una experta y otra debutante, pero ambas entrelazadas por la perfección mostrada sobre el tatami.

Maylín del Toro exponía la corona conquistada en Lima 2019. Partía como favorita en los 63 kg, pero encontraría en el camino a retadoras de consideración.

Pero la santiaguera, con el tropiezo todavía fresco de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023, se propuso no chocar otra vez con la misma piedra.

«No soy campeona centrocaribeña, pero sí panamericana y por segunda vez», bromeó con la prensa en la zona mixta del Centro de Deportes de Contacto, donde dejó en el camino a la colombiana Cyndi Palola Mera con wazari, antes del ippon recetado a la argentina Agustina de Lucía en semifinales.

Entonces quedó lista la escena para otra consagración. El resto del equipo cubano puso el ambiente desde las gradas. El entrenador Yordanis Arencibia estaba en su puesto de mando. Apenas pudieron acomodarse para el disfrute, pues Maylín no dio tiempo ni a pestañear. Solo habían transcurrido 35 segundos de combate cuando la canadiense Isabelle Ena Marie Harris comenzó a lamentar el ippon.

«Contentísima y agradecida. Detrás de mi medalla hay un colectivo técnico, mis compañeros en Cuba que me ayudaron mucho en la preparación y mi familia que debe estar feliz», confesó antes de asegurar que Harris no fue su rival más complicada, porque la sabe trabajar tácticamente.

Diferentes sensaciones quedaron para Idelannis Gómez, una joven guantanamera de solo 21 años de edad, quien regresará de sus primeros juegos panamericanos con un cetro en el equipaje.

El organigrama de la división de 70 kg le deparaba una competencia complicada, pero siempre confió en sus armas. El primer escollo lo salvó en apenas 13 segundos, con ippon relampagueante sobre la argentina Vicotria Delvecchio. De ello tampoco se salvó luego la ecuatoriana Celinda Corozo.

La final parecía demasiado, pero una rival que llegaba avalada por el subtítulo mundial en 2017 no le hizo pensar demasiado. La maestría no alcanzó a la puertorriqueña María Pérez para frenar a la cubana, dispuesta a hacer historia con letras doradas.

«Hay mucho nivel en el área. Seguí las indicaciones de mi entrenador en cada combate. Con María, la táctica fue salir a buscar el kumi kata, no dejar que me agarrara, porque es muy dura por esa parte», declaró con locuacidad en medio de la emoción por el triunfo.

«Sabíamos que si rompía su táctica lograría el resultado», agregó la muchacha que acabó redondeando el aporte familiar a la delegación de la Isla, pues jornadas antes su esposo, el boxeador Saidel Horta, había conquistado medalla de plata. «Gracias a él estoy aquí también, es un pilar fundamental en mi desarrollo deportivo», aseveró.

Este domingo también vieron acción otros cubanos. Maikel Mc Kenzie ganó su combate inicial y disparó las opciones de llegar al podio. Abrió con wazari en regla de oro sobre el mexicano Samuel Ayala, pero en semifinales cortó su paso el anfitrión Jorge Daniel Pérez, quien con los tres shidos marcados a su rival se convirtió en finalista.

Tocó a Maikel pelear por el bronce contra el canadiense David Popovici. En otro combate que sobrepasó los límites de tiempo –más de siete minutos– se le escapó el posible premio.

Magdiel Estrada (73 kg), monarca defensor, cedió en su primer combate del evento y luego también en el inicio de la repesca.

La escuadra cubana acumula tres preseas, cosecha que puede crecer este lunes con la abanderada de la delegación, la estelar Idalys Ortiz (+78 kg), más Lianet Cardona (78 kg), Iván Silva (90 kg), Liester Cardona (100 kg), Omar Cruz (+100 kg) y Andy Granda (+100 kg).