Santiago de Chile.- LAS ÚLTIMAS finales de la gimnasia artística de los XIX Juegos Panamericanos no dejaron las mejores sensaciones para los seguidores de este deporte en Cuba, quizás a la espera de un resultado más esperanzador.

Alejandro de la Cruz, enrolado en su segunda lid de este tipo, quedó octavo en el salto con nota de 12.933 puntos. Sus ejecuciones no estuvieron al nivel esperado: un primer salto de 12.900 –la salida del aparato le pasó factura– y el siguiente de 12.966.

Incluirse entre los ocho mejores del continente alcanza para celebrar, pero las medalla quedaron fuera del alcance. Al podio se llega con 14 puntos hacia arriba, como las conseguidas por los cuatro mejores en ese aparato.

El experimentado dominicano Audrys Nin retuvo su corona de Lima 2019 con 14.466. Sus ejecuciones presentaron mayor complejidad que las exhibidas por el brasileño Arthur Mariano, segundo con similar acumulado.

En las barras paralelas, el espirituano Diorges Escobar no se acercó al registro logrado el primer día de acciones en el Centro de los Deportes Colectivos. Entonces redondeó la tercera mejor evaluación entre los concursantes en esa rotación (14.166).

Este miércoles le faltó completar algunos elementos y eso lastró una ejecución premiada con 12.733 unidades, que le alcanzaron para el séptimo escaño.

Curran Phillips, de Estados Unidos, concretó una selección de lujo. Su trabajo impecable y la salida del aparato sin apenas deslices emergieron como referentes. Nada fortuita la calificación ganadora de 15.400 puntos.

Los estadounidenses dominaron este deporte con siete medallas de oro, por tres los brasileños, dos de esas en el cuello de la estelar Rebeca Andrade.

Cuba quedó por debajo de lo esperado en la competencia por equipos: sexto puesto. Los muchachos tampoco pudieron escribir mejores historias en las lides individuales. Diorges protagonizó el más grato desempeño con el lugar 14 en el all around. Alejandro también participó en la final de anillas y ocupó el escalón siete.