La Habana.- «DUELE conocer que falleció Julio César González Tirador, nuestro querido Julito, figura icónica de la esgrima cubana. Aportó con rigor a la formación de atletas y entrenadores, y la prestigió internacionalmente desde varias tareas. Compartimos el dolor de familiares y amigos».

Así tuiteó el presidente del Inder, Osvaldo Vento Montiller, ante la muerte de uno de los padres de la esgrima en Cuba luego del triunfo revolucionario de 1959. 

Julito, como cariñosamente le llamaron sus compañeros del Inder, tuvo siempre por hijos a los jóvenes esgrimistas asesinados en Barbados por la CIA y la mafia cubana en la Florida. 

Otrora entrenador y jefe técnico de la Federación Cubana de Esgrima, transmitió la experiencia que por años acumuló en la formación de atletas y personas de bien para la sociedad cubana. 

Sembró en varias naciones, especialmente de América Latina, el amor por el deporte que dio a Cuba su primera medalla y título en juegos olímpicos, gracias al legendario Ramón Fonst Segundo. Por su prestigio representó a la Isla en organizaciones internacionales vinculadas a la esgrima.

Nacido el 20 de junio de 1942, una estocada mortal a avanzada edad se ha llevado a Julito. Deja un gran legado en los que conocieron de su amor por el deporte, en sus alumnos y compañeros.