San Salvador.- DESPUÉS de volverse viral como exponente del juego limpio, la cubana Laina Pérez acaparó nuevos titulares por su puntería en el certamen de tiro deportivo de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, que le llevó a la coronación en la pistola a 25 metros.

En el estrecho espacio dispuesto para el público en el polígono del Estadio Nacional Jorge “El Mágico” González se vivió con el corazón detenido la última serie de disparos entre Laina y la mexicana Alejandra Zavala.

La caribeña llegaba un punto debajo y sus compañeros de equipos, apilados en el improvisado graderío, susurraban que necesitaba una serie de cinco unidades para conseguir la victoria.

La matancera también lo sabía. De una tirada perfecta dependían sus opciones de superar a una rival que a su ventaja unía el aval de haber terminado cuarta en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Laina, igualmente curtida en citas internacionales, no pensó más que en la diana que tenía enfrente y su probado talento hizo el resto. 

«Satisfecha y nerviosa, hasta los pelos me están temblando ahora mismo. Allá dentro no tenía un solo corazón, tenía como cuatro», dijo sin poder asimilar lo sucedido y cuando todavía celebraban el bronce de su compañera Sheyla González y el subtítulo conseguido como equipo.

«Complicado manejar la presión que se siente en la competencia y en la final más aún. Siempre buscamos hacer cada serie lo mejor posible, pero en la final vale doble», explicó cuando le hablaron sobre la tensión que había vivido en la línea de disparos.

A los libros pasará que Laina completó 27 unidades, uno más que Zavala, mientras que Sheyla disparaba para 23 rayitas. Para la presea colectiva también aportó Claudia Hernández, quien vivió la final individual fuera del área de competencia, pero con la misma emoción que sus compañeras.

 «Cada medalla implica un esfuerzo, siempre aspiramos al oro y era lo que queríamos por equipo… Nos quedamos con ese mal sabor de no lograrlo», apuntó Claudia en las pocas palabras que pudo articular antes de que el llanto de alegría le impidiera hablar más.

En la clasificación por equipos, México (850 puntos) se llevó la mejor parte y desplazó a Cuba (838) en la porfía por el trono. El tercer escaño correspondió a Guatemala –que compite bajo la bandera de Centro Caribe Sports–, después de completar 836.

La jornada en el polígono incluyó el evento de rifle de aire a 10 metros para mujeres, ganado por las guatemaltecas con mil 844,9 rayas. Los elencos de México (1843,9) y Cuba (1843,2), integrado por Dianelys Pérez, Lisbet Hernández y Adianez Martínez, fueron sus escoltas.

A la final individual accedieron Dianelys y Lisbet, pero terminaron como ocupantes de la sexta y séptima posiciones, en ese orden, de un listado que encabezó la mexicana Elizeth Nieves (246,3 puntos). La puertorriqueña Yarimar Mercado (246,1) se apoderó de la presea de plata y la también mexicana Andrea Palafox (224,4) de la de bronce.

«La plata de equipos se perdió por apenas siete décimas. México es una potencia y este evento es más complicado para nosotros por lo que lleva en cuanto a la preparación y las condiciones que se requieren», admitió Dianelys.

En similar sentido se pronunció Lisbet, antes de reconocer que las puntuaciones estuvieron acorde a lo esperado en los análisis previos.

Este sábado no habrá disparos en el polígono, que recobrará el ajetreo un día después con las pruebas de rifle de aire a 10 metros y la pistola a tiro rápido a 25 metros, ambas entre hombres.

En esa última estará el cubano campeón olímpico de Londres 2012, Leuris Pupo, una de las estrellas de la actual cita.