La Habana.- SALVO Marruecos, ningún otro equipo superó los pronósticos y sorprendió en los octavos de final de la Copa Mundial de la Fifa de Catar 2022.
Los Leones del Atlas se "colaron" en cuartos practicando un fútbol rocoso, quizá poco vistoso o agradable, pero efectivo en sus pretensiones y acorde a las posibilidades de imponerse a potencias mundiales.
Los marroquíes supieron maximizar esas posiblidades sin complejos, aprovechando un portero de élite y algunas otras individualidades. Sin embargo, el trabajo cohesionado del equipo y sobre todo el sacrificio les metieron entre los mejores ocho conjuntos.
Sin restar mérito al único equipo africano en cuartos, también llamó la atención una España que promete mucho más de lo que cumple.
Obviamente algo debe cambiar cuando una selección capaz de ganar el certamen mundial de 2010 solo pudo imponerse en tres partidos en los siguientes 12 años en estas lides. El empeño de tocar y poseer el balón no le resuelve a La Roja lo que de verdad vale en el fútbol: el gol.
Más allá de otros grandes quedados en el camino, como Alemania; las hermosas sorpresas de Japón y Corea del Sur, y alguna que otra decepción como las de Uruguay y Dinamarca, a cuartos llegaron siete de los ocho pronosticados.
Si ponemos por delante que Catar lució como cabeza de serie por el mero protocolo del anfitrión, y entendemos a Países Bajos como el fuerte ahí, entonces siete cabezas pelearán por pasar a semifinales. No importa cómo previó usted el camino, seguramente acertó en la mayoría de estos equipos.
En cuartos de final, precisamente por cumplirse esos pronósticos, no habrá finales adelantadas, con el perdón del Francia-Inglaterra. Entonces a semifinales deberán llegar los cuatro mejores conjuntos y a la sazón los favoritos precompetencia.
El primero de los choques involucra a un conjunto de Países Bajos -del cual se espera todavía su mejor cara- ante una Argentina totalmente recuperada del estrepitoso tropiezo ante Arabia Saudita.
Probablemente sea el partido de más reservado pronóstico, aunque por lo visto hasta hoy los sudamericanos parecen ligeramente favoritos ante los tulipanes.
Menos difícil resulta emitir un criterio sobre el Brasil-Croacia. A pesar de que los europeos llegan con el cartel de subcampeones del mundo, la Verdeamarilla muestra una poderosa artillería combinada con su férrea defensa.
Ello no quiere decir que el partido sea un paseo para los pentacampeones, mas en la comparación de las líneas entre ambos equipos solo Luka Modric se salva ante la constelación de estrellas brasileñas.
El sábado Marruecos tendrá un ejercicio más complicado que los aprobados hasta el momento. El conjunto africano, dependiente de los planteamientos defensivos, se enfrentará a un Portugal capaz de conseguir seis goles ante otro rocoso como Suiza.
Los lusos ya dieron argumentos de poderío y eficacia. Sin el dominio abrumador del balón son capaces de convertir cualquier llegada en peligro para el rival, debido a la tremenda calidad de su plantilla. Por demostrar, en octavos lucieron vida más allá de su estrella Cristiano Ronaldo.
El choque de trenes ha quedado encargado a Inglaterra y Francia. Y la única razón para quitar el calificativo de difícil pronóstico tiene que ver con que está involucrada la campeona del mundo.
De antemano, los franceses parecen destinados a salir victoriosos, pero pocos contaron con la efectividad del conjunto de los Tres Leones dirigido por Gareth Southgate, de quien debe resaltarse el provecho sacado a una plantilla joven muy talentosa.
Si no fuera por la experiencia de Les Bleus y su título del mundo, los ingleses saldrían con pronóstico más parejo. No obstante, de imponerse los británicos tampoco sería la más llamativa de las sorpresas.
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