Eugene.- ROXANA Gómez hizo este domingo su tarea a la perfección. No se apuró, corrió pensando en la clasificación y ya está en las semifinales de los 400 metros del Campeonato Mundial de Atletismo de Oregón 2022.
La finalista olímpica de Tokio 2020 entró en la tercera posición del quinto heat, con tiempo de 51.85 segundos. Todos le vieron administrar sus energías porque sabe que los retos más complejos están por venir.
«Me dediqué a buscar la clasificación. Todo está bien y seguimos dando pasos», fueron sus declaraciones tras completar la vuelta al óvalo en una serie en que entraron por delante la dominicana Flordaliza Cofil (51.19) y la estadounidense Talitha Diggs (51.54).
La cienfueguera de 23 años de edad, quien se aseguró por tercera vez en una semifinal mundial, siempre ha preferido dialogar después de los resultados. Se inclina por no despertar expectativas fuera de las pistas, prefiere hablar con sus zancadas.
La prueba femenina de los 400 metros es uno de los eventos más competitivos en la actualidad y aquí ha quedado demostrado, por lo que ser finalista puede ser motivo de orgullo para cualquier corredora.
Sin embargo, cada presentación de la dominicana Marileidy Paulino, doble medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y campeona en esta ciudad con el relevo mixto de 4x400, hace pensar en lo mucho que tendrán que hacer sus rivales para evitar una nueva coronación.
La quisqueyana dominó la cuarta serie con una tranquilidad que espanta. Su tiempo fue de 50.76 segundos y se vio a las claras que correr por el pase a semifinales fue pura formalidad.
También dominante estuvo la bahamesa Shaunae Miller-Uibo (51.10), dos veces reina olímpica, pero ahora con el difícil reto de sumar su primer cetro universal.
Así, la escena quedó lista para la tarde-noche del miércoles con las series semifinales, poco antes de que corran los candidatos al trono masculino de la especialidad.
Por cierto, especialistas y aficionados siguen con atención al sudafricano Wayde Van Niekerk, cuyo tiempo de 45.18 segundos, sin un esfuerzo notable, hace pensar en una completa recuperación.
El recordista mundial anduvo de lesión en lesión durante las últimas temporadas, pero en la mente de todos está aquella estremecedora noche vivida en el Estadio Olímpico de Río de Janeiro, cuando su registro de 43.03 segundos pasó a la historia como el más rápido de todos los tiempos en la especialidad.
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