La Habana.- EL CERRO Pelado representó la primera gran demostración de las posibilidades y perspectivas del deporte revolucionario, lo que podía hacer un pequeño país en Revolución, frente a las amenazas del imperialismo.

Así dijo hoy aquí el abanderado de la histórica delegación en 1966 a los X Juegos Centroamericanos y del Caribe de Puerto Rico Enrique Figuerola, a jóvenes de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento, en su mayoría comprometidos con las olimpiadas de Río de Janeiro, en Brasil, desde el 5 de agosto venidero.

«Defendimos nuestra soberanía, nuestra dignidad, el derecho a participar en eventos deportivos internacionales», expresó el exvelocista, primer medallista olímpico después de 1959.

En el acto recordatorio por la epopeya Figuerola; el luchador Mijaín López, bicampeón olímpico; Marcia Videaux, promesa de la gimnasia artística; y el director del centro de altos estudios, Wilmer Lewis, develaron una tarja conmemorativa.

«Ellos nos trajeron hasta aquí. Nos enseñaron a ganar. A mí me hicieron campeón. Tienen el respeto por siempre de nuestra generación», expresó a JIT López, de los líderes de la representación a la cita cuatrienal en el gigante sudamericano.

Leidy Laura Moya, practicante del pentatlón moderno, se comprometió en nombre de sus compañeros a Río a ser firmes continuadores de la “delegación de la dignidad”, como se le conoce a los concurrentes a San Juan, a quienes se les considera pioneros de un deporte sano, revolucionario, para la felicidad y el bienestar del pueblo.

Septuagenarios, muchos revivieron los históricos momentos, cuando de manos de futuros monarcas de la gimnasia recibieron flores y diplomas.

«Me vino a la mente la Declaración del Cerro Pelado, cuando abordamos los botes en aquel mar para competir y con las avionetas provocadoras sobrevolándonos. Me recordaron a muchos que ya no están, a amigos», expresó uno de los más grandes peloteros cubanos de todos los tiempos, Pedro Chávez.

En breve recuento, Wilmer Lewis destacó que todos fueron informados sobre los riesgos que podrían correr durante la travesía en el buque que dio nombre a la epopeya.

«Se alcanzó la primera victoria ideológica, ningún integrante de la delegación se amilanó, no hubo indecisiones. Estuvieron firmes y unidos para enfrentar todas las provocaciones y agresiones.

»El éxito de esta delegación más allá del número de medallas, lo constituyó el hecho que no pudieron de ninguna manera impedir la presencia cubana, chocaron contra nuestro pueblo vestido de deportista», abundó.

El acto representó especial vivencia para los que se preparan camino a Río, por el 55 Aniversario del INDER, el 90 cumpleaños de Fidel y homenaje a los miembros de aquella delegación, que el pueblo denominó de la Dignidad.

Igualmente fue recordatorio del 171 natalicio del Titán de Bronce Antonio Maceo y del 88 del guerrillero heroico Ernesto Che Guevara.

La jornada estuvo aderezada por la actuación del Coro Cascabelito en presencia de directivos del INDER, así como de representantes de organizaciones políticas y de masas.