La Habana.- EL DEBUT internacional es siempre difícil. Mucho más cuando el atleta se sabe parte del compromiso que implica dar continuidad a la historia de un deporte como la lucha, único que aportó títulos olímpicos desde Barcelona´92 a Londres´12.

Un capitalino de apenas 18 años de edad, especialista  en la modalidad grecorromana y considerado un talento por su técnica, entrega y dedicación cumplió con creces en su primera incursión de nivel.

Durante el Campeonato Panamericano juvenil acogido por el Coliseo de la Ciudad Deportiva, Sean Mora (60 kg) impactó con un quehacer que le permitió ganar todos sus combates antes del límite.

¿El resultado? Medalla de oro y la conquista del Botín Dorado de la Unión Mundial de Luchas (UWW), recibido de manos del guatemalteco Francisco Manuel Lee, presidente de esa institución en América.

En un breve descanso Mora conversó con JIT derrochando naturalidad.

¿Esperabas este resultado?

En realidad logré más de lo previsto y estoy muy emocionado. Entrené muy fuerte y quería ganar, pero todavía no me lo creo.

¿Cómo encaraste la preparación?

Fue muy buena. Es cierto que no tuvimos fogueo internacional pero hicimos una base durante casi 45 días en Ciego de Ávila y la aprovechamos muy bien. Fue algo diferente que nos permitió romper la rutina, salir de la escuela y hacer sparring con otros atletas.

¿La competencia?
Fuerte. Todos mis rivales se presentaron bien, siempre seguí las indicaciones de mis entrenadores y todo se dio como queríamos.

¿El adversario más complicado?

No me fié de ninguno, ni del canadiense, ni del  estadounidense, ni del venezolano. Cuando se sube al colchón es para ganar, y hay respetarlos a todos. Por supuesto, cada cual con sus características en cuanto a peso, alcance, técnica... Y ahí es donde está el secreto, saber  lo que tienes hacer contra cada uno.

¿Tu principal arma?
Dicen los profesores que soy muy completo, pues me gusta tirar muchas técnicas y lo hago bien. Pero las que más resultados me dan son los supley, la sumersión y los sacrificios.

¿Qué opinas del entrenamiento?
Es la base de todo. Para ser bueno hay que entrenar y entrenar, además de tener disciplina. Lo que no se trabaja no sale en la competencia. Es una enseñanza que llevó conmigo.

¿Necesitas mejorar algo específico?

Todo, con énfasis en algunos aspectos de la defensa. Uno no puede creer que por haber ganado todo está bien. Muchos me dicen que esto es como la carrera de medicina, que nunca se acaba, y hay que seguir estudiando y estudiando.

¿Aspiraciones?

Asistir al Campeonato Mundial en Brasil, en agosto, y por supuesto lograr el oro. Después quiero ser grande y traer muchas medallas para Cuba.

¿Ídolos?
Roberto Monzón, Filiberto Azcuy, Mijaín López... En lo internacional el iraní Hamid Soryan, seis veces campeón mundial y campeón olímpico.