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Veracruz.- "LO QUE más me ha motivado en estos juegos es poder defender los valores patrios como gloria del deporte” expresó emocionado Ismael Carbonell Samé, remero con más de dos décadas en el equipo nacional y un largo historial plagado de triunfos.

“Es una nueva oportunidad de honrar nuestra bandera y alentar y trasmitir mis experiencias a los atletas y entrenadores, para contribuir a mantener el primer lugar”, agregó al dialogar con JIT.

Este fornido hombre de físico bien conservado que no aparenta sus 55 años de edad es el tercer dueño de más medallas en la historia del remo en Juegos Centroamericanos y del Caribe con 12 de oro y una de plata, y acumula otro manojo de ocho títulos y cuatro bronces en citas múltiples panamericanos.   

“Primera vez que viajo como gloria, y considero muy bonito reconocer a quienes han luchado con dignidad, responsabilidad, valentía y decisión para convertirnos en la potencia que somos”, enfatizó el actual entrenador de la selección cubana, en la presa La Coronela.

Cuando le preguntamos qué espera de sus muchachos para cerrar la lid, no vaciló en responder: “Bastante, porque están muy bien preparados, tienen deseo, llegaron con buena madera y un corazón firme para alcanzar más títulos”.

Recordó que siendo escolar en su natal La Maya, en Santiago de Cuba, fue captado por Rubén Tamayo, el profesor que sería su primer entrenador, y luego de medirle le dijeron que cumplía los requerimientos para practicar esta disciplina en la academia provincial. Desde entonces nunca dejó de abrazar el arte de las paletadas.

"Un año después estaba en la ESPA nacional juvenil y los siguientes 22 en el equipo principal, en el que viví una etapa muy prodigiosa, lo cual me emociona mucho al evocarlo, por el patriotismo, el fidelismo y el amor que nos motivaba para que Cuba ganara siempre”, relató sin poder ganar la batalla a las lágrimas.

Sobre las actuaciones que más disfruta evoca los Panamericanos de Indianápolis´87 y los Juegos Olímpicos de Barcelona´92.

"En Estados Unidos fue algo tremendo, con una actuación brillante, corajuda de todo el equipo, y la de España quedó para la historia el quinto lugar olímpico en el doble con, pues fuimos los primeros latinos finalistas a ese nivel, mérito que compartí con Arnaldo Rodríguez y nuestro querido maestro y timonel Roberto "El Waco Ojeda", tristemente desaparecido”, sentenció.

Cuando trata de resumir su vida atlética, extendida hasta los 40 años en el ato rendimiento, resalta lo que sintió en los Juegos Panamericanos de La Habana´91.

“Fue un momento inolvidable recibir de manos del Comandante en Jefe Fidel Castro tres de las cuatro medallas que alcancé. Poder conocerlo y estrechar su mano es el recuerdo más importante de mi vida como deportista”.

Carbonell confiesa que se entrega con pasión al deporte porque este ha hecho igualmente feliz a sus hijos, el resto de la familia, los amigos y el pueblo en general.

“También mi esposa fue remera, la espirituana Mayra González, quien ahora está en Cuba cuidando los niños, pero logró seis títulos en estos eventos regionales, en México´90, Ponce´93 y Maracaibo´98” explica sobre quien cosechó 2-1-5 en las fiestas continentales de La Habana´91, Mar de Plata´95, Winnipeg´99 y Santo Domingo´03".

Su compañera tuvo presencia además en campeonatos y copas del mundo, y resultó séptima en los Juegos Olímpicos de Sydney´00.

“Ahora contamos con remeros que están desempeñando un buen trabajo, como el guantanamero Ángel Fornier, quien ya atesora las primeras medallas mundiales, de plata y bronce, y cuatro de este último color en copas del mundo”, señaló con orgullo.

En Veracruz Carbonell ya disfrutó de buenos momentos, pues Cuba cosecha siete títulos en igual número de eventos, y cada uno de ellos provocó que este hombre sensible y humilde levantara la bandera patria con la misma alegría y satisfacción que cuando él entraba airoso a la meta.