La Habana.- «PARA mí Idalys tiene el oro y es un orgullo que haya obtenido su cuarta medalla en Juegos Olímpicos», aseguró a JIT la legendaria judoca guantanamera Driulis González, quien hasta hoy ostentaba el mejor palmarés en esas citas.

«Se deben analizar todas las dificultades que afrontó en su preparación, entre pocas competiciones y hasta falta de contrarias para entrenar, en tanto francesas, japonesas, brasileñas y otras tenían todo lo necesario para llegar a competir a este nivel. Por eso para mí tiene el oro», opinó sobre Ortiz al convertirse en la judoca cubana con mejor calidad de preseas (1-2-1) e igualarla en cantidad con cuatro.

«Ella es una leona, es de la estirpe de los campeones, y pertenece a los atletas cubanos que son los mejores del mundo y no tienen comparación por su gran calidad y patriotismo», significó la recordada campeona olímpica de Atlanta 1996.

«Yo me siento contenta con su resultado y que sea ella la que me haya superado en calidad de medallas. Cada cual hace su historia, yo tuve la mía y la disfruté mucho, ella todavía tiene para seguirla», declaró en intercambio telefónico este viernes sobre Idalys, quien además mantuvo a Cuba en el medallero de ese deporte desde Montreal 1976.

Driulis, actualmente en el colectivo técnico nacional del equipo femenino, recordó los inicios de la joven artemiseña cuando llegó a la escuadra con solo 14 años y algunos hasta quisieron darle baja, pero predominó la visión del estratega mayor, el profesor Ronaldo Veitía.

Compartieron como atletas en el Campeonato Mundial de Río de Janeiro 2007, donde Driulis ganó su tercera dorada y la jovencita finalizó quinta en su debut a ese nivel.

«Un mes antes se apostó por Ivis Dueñas para los Juegos Panamericanos en esa misma ciudad y los resultados no fueron los esperados. A partir de ahí Idalys tuvo su oportunidad y un crecimiento increíble que le dio la razón al profesor Veitía y a los que confiamos en ella», narró sobre esos comienzos.

«Siempre la ha caracterizado la entrega, disciplina, perseverancia, hacer las cosas bien, fijar sus metas y la confianza, por eso ha alcanzado todo en el mundo del judo», consideró la ganadora de un título, una plata en Sídney 2000 y dos bronces, Barcelona 1992 y Atenas 2004, en un total de cinco incursiones bajo los cinco aros con despedida como quinta en Beijing 2008.