Lima.- EL BOXEO cubano vivió hoy un inicio perfecto de semifinales en los XVIII Juegos Panamericanos, traducido en triunfos de Yosbany Veitía, Lázaro Álvarez, Roniel Iglesias, Julio César La Cruz, Erislandy Savón y Dainier Peró.
«El equipo está muy bien, vamos cumpliendo la meta paso a paso y nos anima el propósito de hacer la mayor contribución posible al medallero de la delegación», dijo al respecto el semicompleto La Cruz, victimario este miércoles del venezolano Rachird Corbaj.
«Es un contrario fuerte, que a partir de esa característica buscó todo el tiempo el acercamiento, pero pude hacer mi trabajo para impedirlo», explicó el monarca olímpico, empeñado en agenciarse su tercera faja en estos certámenes.
«La experiencia permite encontrar alternativas», dijo el astro cuando un reportero quiso saber sobre la exigencia adicional condicionada por una pequeña herida en el arco superciliar derecho. «No va a ser un problema», añadió de cara a la pelea por el cetro.
Otro que trata de elevar a tres sus cetros de este tipo es el ligero Lázaro, verdugo por la vía del RSC del peruano Leodán Pezo, a quien no alcanzó el constante apoyo de los suyos para evitar que el árbitro detuviera el pleito en el tercer asalto.
Para el welter Roniel la clave estuvo en “apretar el acelerador” desde el comienzo mismo de su porfía con el estadounidense Delante Johnson, quien en abril aprovechó la lesión del caribeño para llegar al trono del clasificatorio para esta lid.
«La indicación fue trabajar duro a la ofensiva todo el tiempo, para evitar caer en el estilo del contario, que suele acomodarse atrás», dijo al respecto el entrenador jefe Rolando Acebal luego de que los reunidos en el coliseo Miguel Grau escucharan el veredicto 4-1.
El mosca Veitía pasó 5-0 sobre el impetuoso puertorriqueño Yankiel Figueroa, y 3-2 derrotaron el crucero Savón y el supercompleto Dainier Peró al brasileño Abner Teixeira y el estadounidense Richard Torres, respectivamente.
Savón se regaló un tercer asalto definitorio, luego de recibir controvertido conteo en el anterior, y lo contrario sucedió a Peró, mejor en los uno y dos ante un hombre físicamente muy sólido que terminó por provocarle cierto agotamiento.
«Él salió con el objetivo de trabajar golpes de fuerza, tirando mucho al tronco, en busca de debilitarme, pero al final el éxito está aquí, que es lo importante», comentó Peró al cierre del primer segmento de una velada cuya continuidad acogerá a otros cuatro cubanos.
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