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Tokio.- LA ÚLTIMA participación de los luchadores cubanos en citas sordolímpicas data de la edición de Melbourne 2005, en Australia.
Allí, Yosley Márquez Hurtado firmó la mejor actuación de un gladiador de la Isla en citas de este tipo, al conquistar una medalla de oro y una de plata en la división de 120 kg de los estilos grecorromano y libre.
Cuatro años antes, en las sordolimpiadas acogidas por la capital italiana, el villaclareño había conquistado dos terceros lugares, aunque en los 96 kilos.
En la lid de Roma, su compañero de equipo Danny Lugo Marín (58 kg), se convirtió en subtitular de la modalidad libre y bronce en greco.
Tras estas actuaciones, la disciplina se ausentó de los certámenes sordolímpicos celebrados en 2009, 2013, 2017 y 2022.
Ahora el deporte regresa y con nuevos bríos los cubanos están prestos a rubricar una buena actuación en los Juegos Sordolímpicos de Tokio 2025.
Tres exponentes de Cuba darán todo sobre el colchón del Gimnasio General Municipal de Fuchu en la prefectura de la urbe tokiota, en busca de lograr un buen resultado deportivo.
Son ellos el camagüeyano Yusek Montejo (86 kg libre-87 kg greco) y los santiagueros Raúl Plutín (70 kg libre-67 kg greco) y Osmar Ortiz (125 kg libre-130 kg greco).
«Los muchachos están bien, próximos a alcanzar su máxima forma deportiva. Lo más importante es que hemos logrado cohesionarnos, a pesar de que llevamos entrenando juntos poco tiempo», declaró a JIT Juan Humberto Suárez, entrenador del equipo.
De acuerdo con el preparador, la división de 86 kg de la libre es la que aspira a celebrar el mejor resultado, pues la defenderá el ganador del metal de bronce del Campeonato Mundial de Luchas para Sordos de Bishkek 2023, en Kirguistán.
El súper completo Ortiz, quinto lugar en ese propio evento, también pudiera regalar una alegría a la delegación.
«Yusek tiene mucho camino recorrido en este deporte y le tenemos confianza. En el caso de Osmar hablamos de un luchador que vemos mucho más hecho, con mayor experiencia y con madera para optar por medallas», manifestó Suárez.
«Nuestro otro representante acudirá a su primer evento sordolímpico, y pudiera sorprendernos», alegó.
El experimentado entrenador no vacila cuando afirma que su deporte no defraudará en Tokio.
«Con la lucha se puede contar siempre, independientemente de que se logré subir al podio o no. Esperamos que, además, podamos contribuir a que la comunidad sorda se integre y se interese más por esta disciplina. Sería una muy buena medalla», sentenció.
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