La Habana.- DOMÉNICO Luongo encontró en La Habana el reposo para sus dos amores, el de su esposa Adis Nubia Fernández Hernández y el fútbol.

Con la ayuda de Adis creó el proyecto Forza Napoli Club Habana la Mano de Dios, que favorece la práctica del fútbol a más de una centena de niños del municipio Regla. 

La iniciativa nació a mediados de 2015 en el Liceo de Regla, primero en la cancha de futsal y luego en otras áreas, según rememora Doménico.

Allí halló los beneficios del sistema deportivo cubano, que garantiza la práctica del ejercicio físico como un derecho de todos. Comenzó a aportar con sus conocimientos de toda la vida dedicada al Deporte de las Multitudes.

«Construimos desde cero una cancha, siempre de dimensiones del futsal, pero de tierra y hierba, incluso con su cerca perimetral y hasta luz», cuenta.

No se necesitó mucho tiempo para poblar de futbolistas el municipio y consiguió participar en los campeonatos nacionales en todas las categorías.

Sin embargo, «este no es un proyecto que prioriza lo deportivo», aclara. «Tenemos la premisa de que sea un espacio de bien comunitario y social», enfatiza, aunque han logrado mantener puestos entre los medallistas y varios títulos desde su fundación.

«Mi esposa y yo luchamos cada día para dar lo mejor a estos niños y muchachos en el fútbol y en todo lo que podemos. La prioridad es que tengan un espacio para divertirse y aprender, y eso ha dado frutos porque tenemos a varios en la Eide y en varias preselecciones provinciales y nacionales», explica.

Jugadores como Marc Anthony, Iker Rodríguez, David Sidos, Anthony Millares, Anthony Maury y Kamila Torres salieron como resultado de esa iniciativa, que cuenta con el apoyo de las autoridades deportivas del municipio y la provincia. No obstante, otros 200 asisten a sus áreas en edades desde los cinco a los 17 años de edad.

«Recientemente hemos tenido la visita del director provincial del Inder en La Habana, Ariel Darias, y del comisionado nacional de fútbol, Oliet Rodríguez, quien también preside la Asociación de Fútbol de Cuba (AFC)», contó a JIT.

La AFC donó camisetas para los niños practicantes y se preocupa por sus necesidades, en vistas de continuar el apoyo.

«Esa colaboración de las autoridades del deporte para nosotros tiene una enorme importancia, habla de que se valora y se reconoce el trabajo de los que hacen por el deporte y la sociedad. Da muchas esperanzas a los niños y padres de que el fútbol es considerado no solo en el ámbito nacional, sino en las comunidades y fuera del alto rendimiento», significó Luongo.

Nadie se extraña de que un entrenador con categoría Uefa, vinculado a los terrenos desde 1991, dedique sus esfuerzos al fútbol comunitario, menos aquí, donde la práctica del deporte es también un derecho y un bien social.