La Habana.- LA DELEGACIÓN que asistirá a los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla será la primera de su tipo en contar con las contribuciones del Centro de Investigaciones del Deporte Cubano (CIDC), fundado el 21 de septiembre del 2016.

La creación de la institución, una de las 13 existentes a nivel mundial, se sustentó en la máxima de que en la actualidad no es posible sostener resultados en el alto rendimiento sin estudios científicos que adviertan errores “invisibles” y den cuenta de detalles que marcan la diferencia y conducen a las medallas.

El Dr. C. René Romero Esquivel, director del CIDC desde su apertura, vive apasionadamente cada proyecto y es consciente del papel que les corresponde en la presente coyuntura.

«Hacemos una labor de investigación, desarrollo e innovación a través de líneas fundamentales como la filmación de topes y competencias; la medición y control de los esfuerzos cardiorespiratorios para la orientación de las cargas con mayor precisión; las evaluaciones morfofuncionales y de la repercusión sicológica del entrenamiento; los análisis de potencia en miembros inferiores y las tutorías metodológicas», explicó el integrante de las comisiones técnicas de la Odepa y la Odecabe.

En diálogo con JIT, Romero confirmó que el CIDC ha brindado informes de su gestión durante los chequeos mensuales de la preparación hacia Barranquilla, tras haber discutido cada caso con los entrenadores, atletas y personal médico implicado.

«El Centro no sustituye a las partes intervinientes en el proceso de entrenamiento, sino que participa en este con el fin de cerrar el ciclo de diagnóstico, evaluación y sugerencias», expresó el profesor titular de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo (UCCFD).

Avalado por contar con reconocidos expertos, algunos de ellos notables entrenadores del pasado, el CIDC ha concretado ya estudios con la mayoría de los deportes y atletas estratégicos, de los cuales se conserva —bajo estrictas medidas éticas y de seguridad— una valiosa información y el método aplicado.        

«Cada expediente contiene la solicitud del servicio, el informe de resultados y el acta de conformidad de la parte demandante. No son documentos públicos, no podemos darlos a conocer porque sus datos se inscriben en lo que llamamos inteligencia deportiva», advirtió el Investigador Titular del Citma.

BOTÓN DE MUESTRA

El acceso al CIDC, enclavado en un área antes perteneciente a la UCCFD, está limitado. No se trata de un museo o galería de arte, sino de un recinto destinado a la generación de conocimientos para el perfeccionamiento de nuestros atletas y equipos, con el propósito de ampliar los triunfos a nivel internacional.

En su interior se descubre el “tranquilo ajetreo de la ciencia”, un silencio creador que emana de oficinas agradablemente diseñadas. Dialogar con algunos de sus investigadores, ataviados con largas batas blancas, permite escuchar disertaciones que rara vez cruzan el límite de lo permisible.

Armando Jesús Padrón nos contó la experiencia con los equipos de judo y otros deportes de combate: «Desarrollamos estudios de esfuerzo máximo, incluso apelando al remoergómetro con variantes en el agarre de las manos, simulando por ejemplo un kimono. Además hicimos grabaciones de competencias para analizar a los contrarios y algunas pruebas de lateralidad, con el propósito de confirmar o detectar el ojo, brazo y piernas directoras. Eso permite compensar la preparación y analizar cuestiones tácticas diversas, como los mejores ángulos de ataque y defensa».

María Adela Ceballos Rubio, especialista en biomecánica, casi se adueñó de nuestra visita, pues el accionar en este ámbito ha sido intenso. Su tarea la sintetizó en una oración, como si se tratara de algo elemental, cuando en verdad es todo lo contrario: «Realizamos análisis de los movimientos de atletas y sus implementos, para establecer errores por exceso o defecto».

Entonces narró una larga lista de distinguidos inquilinos, cada cual con historias interesantes y serios retos por delante.

«A la dupla de canoístas integrada por Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge le entregamos un estudio cinemático en las distintas fases de su ejecución, para determinar que hacía uno con respecto al otro. Identificamos las deficiencias y su entrenador salió complacido», recordó sonriente.

«Con las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero efectuamos una evaluación de varios indicadores, como la duración y velocidad del movimiento; el funcionamiento de las articulaciones durante el mismo y la trayectoria del centro de gravedad», comentó.

Un aparte hizo María Adela sobre el ejercicio practicado a la pertiguista Yarisley Silva, de los más integrales hasta la fecha, pues permitió descripciones sobre su carrera de impulso, la longitud de los pasos, el despegue, la posición de las puntas de los pies en el vuelo y el paso sobre la varilla, entre otros.

También destacó el aplicado con el saltador largo Juan Miguel Echevarría, monarca mundial bajo techo, cuyas valoraciones versaron sobre la rapidez de su carrera, la extensión del último paso antes del despegue, la transferencia de la velocidad horizontal a la vertical, el ángulo de vuelo y la altura máxima del centro de gravedad, entre otras.

Para el tirador Leuris Pupo, campeón olímpico de tiro rápido 25 metros en Londres 2012, se concretó un análisis acerca del trayecto de la punta de su arma tras cada disparo en serie. Y al multipremiado remero Ángel Fournier se le hizo un estudio biomecánico con resultados equivalentes a los arrojados por un test anterior efectuado en Estados Unidos.

Los gimnastas Manrique Larduet y Randy Lerú recibieron consideraciones relacionadas con dos movimientos con saltos en la barra fija; tres niñas de la modalidad rítmica fueron evaluadas en comparación con una prominente figura internacional; y lo propio ocurrió con un tenimesista en lo referido al golpeo de la pelota.

Cuatro sablistas del equipo nacional masculino vivenciaron la técnica de sus ataques de fondo y en flecha, contrastándola con un modelo ideal de las ejecuciones. Y en el béisbol se logró una medición sobre la zona de impacto del bateador con la esférica.

MÁS CERCA DEL RETO

Las positivas opiniones de atletas, técnicos y médicos sobre la labor realizada en estos 20 meses no bastan para celebrar. Romero, Padrón, María Adela y el resto del equipo del CIDC saben que la cita de Barranquilla probará (o no) la efectividad de lo hecho, lo cual depende completamente de que se corrijan los errores señalados, llevando a la práctica las sugerencias ofrecidas por los especialistas y otros saberes.

«Pensamos que durante los Juegos se pueda abrir una línea virtual de comunicación entre la delegación y el Centro, para enviar valoraciones en tiempo real como ya ocurrió en la Serie del Caribe y el Clásico Mundial de Béisbol. Pero lo esencial es que se lean e interiocen los informes», señaló el director antes de confirmar que concluida la cita regional harán un balance del trabajo desplegado.

«Estamos aprendiendo a hacer ciencia, a quebrar los límites de las disciplinas tradicionales, a generar análisis y valoraciones nuevas, distintas, más amplias», concluyó Romero Esquivel.