La Habana.- A LA segunda etapa de la 57 Serie Nacional de Béisbol le restan entre cinco y diez partidos por equipo, tomando en cuenta los reprogramados a causa de las lluvias, mas los inquilinos de los play off tienen ya nombres y apellidos.
Aunque algunas variantes matemáticas dejan opciones a Pinar del Río y Artemisa, la realidad del terreno indica que esas selecciones quedarán en el camino con sabores muy distintos para recordar.
La nave tabacalera, guiada por Pedro Luis Lazo, lucía con opciones de llegar lejos en la contienda, pero desde el cierre del primer segmento comenzó a afrontar dificultades imposibles de resolver, entre lesiones, ausencias y bajas en el rendimiento.
Sus números en esta fase decisiva, con todo y los refuerzos de lujo, ilustran su dramático descenso: anémico bateo de 238 y fatídico pitcheo de 5.05 PCL.
Los Cazadores de Dany Valdespino, en cambio, se colaron en el top seis del evento sin poseer una nómina de lujo, y allí se han batido de tú a tú contra cada rival. Su eliminación tendrá olor a rosas y gustillo a miel.
Ahora bien: el (a todas luces) cuarteto semifinalista no salta a la vista únicamente por la calidad de los conjuntos, sino por las rivalidades existentes y el matiz de las aspiraciones ganadoras.
Las Tunas y Matanzas, enfrascados en la conquista del primer escaño de la tabla de posiciones, han sido los mejores elencos a lo largo del torneo y sus guarismos demuestran estabilidad y consolidación.
Los Leñadores, quienes ya han rubricado su mejor desempeño histórico en nuestros clásicos nacionales, buscan su primera corona, mientras los matanceros luchan por lo propio con ese nombre, toda vez que antes reinaron como Henequeneros (1970, 1990, 1991) y Citricultores (1977).
Granma viene por la reedición de su corona, más allá del tropeloso andar clasificatorio. Nadie dude que a la “hora de los mameyes” sus estelares (Roel, Raico, Avilés, Benítez, Cedeño, Céspedes, Soler, el gran Despaigne, Blanco, Leandro, etc.) tomarán las riendas del asunto y serán un dolor de cabeza para cualquier oponente.
Finalmente aparece el Industriales de Víctor Mesa, rey de la batalla inicial, pero muy discreto desde el juego 46 hasta la fecha. Los hechos permiten vaticinar que su estancia en la postemporada será efímera, aunque de los azules siempre se puede aguardar toda suerte de resurrección.
Antes del primer lanzamiento de los play off tendremos la solicitud de los tres últimos refuerzos por bando, un trance que puede influir en la suerte del campeonato. Ya veremos…
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