Bayamo.- LA VINCULACIÓN de los trabajadores con el deporte, especialmente desde sus propios centros, es una asignatura que parece no estar pendiente en este territorio oriental, donde se aplican fórmulas disímiles para conseguirlo.

Prioridad para los juegos de mesa, incluido el infaltable dominó, espacios garantizados para el softbol y el siempre variado debate sobre el béisbol, exacerbado ahora por la posesión de la corona nacional, son denominadores comunes en numerosos colectivos laborales.

Así lo constató JIT en recorrido que le dio la posibilidad de acercarse a las Unidades Empresariales Básicas (UEB) Cárnico Bayamo y Dietético.

La primera está enclavada en predios de la empresa cárnica provincial, cuenta con un complicado sistema productivo para abastecer a sectores como el turismo y la población, tanto en venta normada como en el mercado privado, pero aun así dedica tiempo a la actividad física y la recreación.

Sus trabajadores conformaron un equipo de softbol, se reanima la peña deportiva Agustín Arias, homenaje al destacado expelotero de Granma, y reina un ambiente de cordialidad entre quienes dirigen y los que generan esas y otras iniciativas.

«Esta es una peña que funciona desde hace más de 15 años, pero había decaído mucho, y en los últimos dos nos hemos dado a la tarea de rescatar el trabajo, para lo cual hablamos con los compañeros de la comunidad y entre todos la hemos potenciado», explica Jorge Luis Sánchez, especialista en la actividad económica y director del elenco de softbol.

«Comenzamos por crear el equipo, que era lo más deseado por los miembros, pero también apoyamos los matutinos, las celebraciones, organizamos juegos de dominó en los momentos de descanso, además de que hay ajedrez, damas...», relata sobre la cotidianidad de la instalación.

Contrario a lo que pueda pensarse, en medio de un ambiente mayoritariamente masculino es una mujer, Annia Portuondo, la presidenta de la peña, y aunque estaba enferma el día de la visita, sus compañeros se encargaron de elogiar su empeño, marcado por la convocatoria a deportistas reconocidos del territorio.

«Pertenece al área comercial de la empresa y tiene las mejores relaciones con varias estrellas de la provincia, lo que ha puesto en función del trabajo. Por ejemplo colaboramos con el retiro de Ciro Silvino, hemos contado con la presencia de Alfredo Despaigne y también del equipo completo», aseguran.

Una opinión muy favorable fue expuesta por el director Pedro Jardines, vinculado como uno más a todo ese ajetreo y convencido de cuán acertado es propiciar recreación para el bienestar de todos.

«La peña tiene un papel motivador, por lo que alrededor de ella se fusiona. Sobre todo con prioridad para el béisbol, que es el principal tema por lo que significa. Las polémicas siempre abundan, lo mismo cuando se hace algo mal que cuando el equipo está bien…», comenta desde su experiencia.

«Para mí es como una inyección al sistema productivo, pues hay motivación, participación y la dirección apoya en función de eso. La idea es siempre contribuir a lo que motiva a los trabajadores», confiesa.

DIETÉTICO: OTRA FÓRMULA Y A LA VEZ LA MISMA

Muchos son los puntos en común encontrados en el Dietético, aunque aquí el espacio físico es considerablemente mayor, con más de 400 trabajadores, y desde hace varios años funcionan en armonía un Consejo Voluntario Deportivo (CVD) obrero y la peña Juan Antonio Arzuaga, ambos Vanguardia Nacional.

«Lo más difícil es conjugar todo por el sistema productivo imperante, pero aun así convocamos a muchos juegos, sobre todo dominó y damas polonesas, además de que tenemos un equipo de softbol que participa en los copas Lázaro Peña», explica Juan José Santiesteban, presidente del CVD y la peña.

«Los fines de semana organizamos más competencias porque resulta menos complejo. No hay contradicción entre la peña y el CVD, es lo mismo, el empeño es único y por eso se logran los resultados», dice este técnico de una fábrica incluida entre las más añejas del territorio.

«En los primeros años pasamos un poco de trabajo para que se entendiera la importancia de lo que hacemos, que comprendieran cuánto bien hace el deporte para la recreación de los trabajadores, pero ya eso se superó», asevera cuando se le pregunta sobre el apoyo de los directivos.

Otro espacio importante es el ganado por las damas polonesas, una disciplina muy popular en la comunidad de vecinos más cercana y que ha calado poco a poco en el gusto de los trabajadores, igual que el ejercicio como prevención de enfermedades no trasmisibles.

En este último acápite tienen protagonismo las profesoras de cultura física del Combinado Deportivo Siboney, convertidas casi en parte del colectivo del Dietético.

Leonor Ferrer e Iluminada Aliaga son dos de las más vinculadas a esta función, con grupos fijos de labor, especialmente en las oficinas, donde abundan las féminas y es mayor el sedentarismo.

«Nosotras apoyamos cualquier actividad, pero sobre todo el trabajo con la gimnasia básica tres veces por semana, fundamentalmente con los grupos de las mujeres de las oficinas.

»Hemos creado un espacio allí mismo porque a muchas les apena hacerlo al aire libre, pero lo importante es que se ejerciten y por eso buscamos la solución», confirma Iluminada, con ocho años en la fábrica y conocedora de que obesidad e hipertensión son las dos patologías más enfrentadas.

Muchísimos más ejemplos quedaron en la agenda tras el recorrido por ambos centros, generadores de iniciativas que se enriquecen, pero el mérito principal es que mantienen una esencia inviolable: aportar al bienestar de sus trabajadores desde actividades tan nobles como el deporte y la cultura física.