París.- LAS PRIMERAS coronaciones, una vistosa ceremonia inaugural y el anuncio de los organigramas para el martes despidieron la jornada inicial del Campeonato Mundial de Luchas, con sede en esta ciudad y dedicado hasta ahora a los representantes del estilo clásico.
El armenio Artur Aleksanyan, de los 98 kg, se sobrepuso a una dolencia en las rodillas y capturó su cuarta medalla universal, tres de ellas doradas, para protagonizar el suceso mayor de este primer día de combates.
En su categoría el subcampeón fue el ruso Musa Evloev, de estreno en los podios a este nivel, mientras que los bronces pertenecieron al húngaro Balazs Kiss (1-0-2) y al georgiano Revazi Nadareishvili (0-0-1).
En la división de los 85 kg todos los premiados llevan la etiqueta de primerizos, y el campeón acabó siendo el turco Metehan Basar.
La plata se la agenció el alemán Denis Kudla y los terceros lugares el georgiano Robert Kobliashvili y el iraní Hossein Ahmad Nouri.
La pugna en los 75 kg dejó otra gran novedad, pues el serbio Viktor Nemes se apareción casi de la "nada" y no paró hasta el sitial de honor, dejando en el segundo escaño al también novel Aleksander Chekhirkin (RUS), y en el tercero a los consagrados Said Morad Abdvali (IRI), bronce olímpico de Río 2016, y a Tamas Lorincz (HUN), submonarca bajo los cinco aros en Londres 2012.
En los 71 kg se cumplieron los presagios que daban como favorito al alemán Frank Staebler, líder hace dos años en Las Vegas en los 66 kg.
Su víctima en la final fue el kazajo Demeu Zhadrayev, de estreno en estas alturas, en tanto los bronces "partieron" hacia Irán en la maleta de Mohammadali Abdolhamid, y rumbo a Hungría en la de Balint Korpasi, rey hace un año en la edición de Budapest.
En términos generales hay que destacar los síntomas de renovación que emergieron de los tapices, propios del inicio de un ciclo olímpico, pues 10 de los 16 llegados al podio no tenían medallas con anterioridad en eventos de tal magnitud.
En el medallero destaca hasta ahora la presencia de 10 países con al menos un metal y las tres preseas ganadas por Hungría, a falta de otras cuatro categorías programadas para el martes.
Ese día habrá acciones en 59, 66, 80 y 130 kilos, con dos cubanos enrolados: los bicampeones panamericanos Miguel Martínez y Oscar Pino.
Martínez (66 kg) debutará en caliente ante el kazajo Almat Kebispayev, triple medallista del orbe y de buenos dividendos en citas olímpicas. De superar ese escollo se las vería con el novel indio Ravinder Ravinder o con el discreto sueco Hussan Saad.
Pino (130 kg), por su parte, arrancará también exigido frente al húngaro Balint Lam, vigente subcampeón de Europa. De salir airoso se mediría frente al búlgaro Miroslav Metodiev o el finlandés Tuomas Heikki, ambos sin notables éxitos en su hoja de servicio.
El turco Riza Kayaalp, defensor de la corona y plateado olímpico, encabeza el organigrama y el sector por el que ha de transitar Pino, con quien se encontraría no antes de semifinales.
En cuanto a la ceremonia inaugural cabe resaltar el genial uso de las luces y la música, a cuyo compás pudieron disfrutarse imágenes de inolvidables momentos y figuras de esta disciplina.
Los discursos de los organizadores insistieron en la calidad de la sede y dirigieron mensajes directos e indirectos hacia la elección de París como la sede olímpica del 2024, tema que parece ser un secreto a voces.
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