Londres.- HUBO señales positivas y nunca se oficializaron pronósticos de preseas, pero la conquista de un solitario bronce no fue buen saldo para Cuba en el Campeonato Mundial de Atletismo disputado aquí.

«Se cumplieron los objetivos que nos trazamos hace seis meses, al asumir este evento como preparación de las principales figuras con vistas a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018.

»Pero no estamos contentos en cuanto a medallas, porque pensamos que el disco podía aportarnos más», aseguró a JIT el comisionado nacional Agustín Abril en relación con la reina defensora Denia Caballero y Yaimé Pérez.

Sin embargo, amén de que el tercer lugar de la pertiguista Yarisley Silva constituyó una cosecha por debajo de lo esperado, fue un acierto el papel asignado en la delegación a jóvenes proyectados para brillar en este ciclo.

Yarisley, dorada en Beijing 2015, pasó sobre 4,65 metros y puso su nombre al único premio entre los 27 competidores de la Isla, nueve de los cuales aportaron puntos al instalarse en los octetos de vanguardia de sus pruebas.

«Esa es de mucho significado para nosotros como deporte, y estoy seguro que para ella en lo personal. Todos sabemos el difícil período que atravesó a partir de problemas personales, y demostró capacidad para volver a enfrentar con éxito este nivel», agregó el directivo.

Ratificó que Yaimé y Denia llegaron con opciones reales de subir al podio, sin desconocer la condición de gran favorita de la croata Sandra Perkovic, quien el domingo fue “única” en el círculo de lanzamientos del Estadio Olímpico londinense.

«Sobre todo de Yaimé, que tuvo una temporada muy estable e incluso logró marca personal de 69,19 metros a principios de julio», sostuvo al exponer un criterio compartido por el resto del colectivo técnico.

RESPUESTA DEL FUTURO

Algunos de los noveles se estrenaron en citas de este rango. Otros tenían incursiones previas pese a no superar los 23 años. Los destaques implicaron especialmente a Yorgelis Rodríguez, Cristian Nápoles, Maikel Massó y Andy Díaz.

La primera mostró total progresión como heptatlonista con un cuarto lugar sustentado en récord nacional de 5 594 puntos, marca de consideración pese a no abrirle las puertas del estrado, algo que quizás “empañó” el disfrute.  

«Es muy competitiva y está apta para empeños mayores. Sobresalió de manera significativa en el salto de altura con 1,95 metros, no logrados por una cubana desde hace más de 20 años, lo que puede proyectarla internacionalmente en esa especialidad, sin abandonar la suya», explicó Abril.

Nápoles (también cuarto) y Andy (séptimo) son expresión de la continuidad del triple salto en la Isla con apenas 18 y 21 años, respectivamente, accedieron a una final de este rango por primera vez en sus carreras y se batieron con los “monstruos”.

Es cierto que mostraron ansiedad, que pese a sobrepasar los 17 metros no llegaron a sus mejores marcas y que cometieron demasiados fallos, pero lo más importante es que se trataron de “tú a tú” con no pocas estrellas.

«Massó es otro joven con futuro, y se le vio con más madurez respecto a su presencia en los pasados Juegos Olímpicos y el Mundial», precisó el jefe de la delegación sobre el saltador de longitud concluido quinto.

LO NEGATIVO

Queda camino por recorrer, mucho que perfeccionar en busca de las mejoras proyectadas, y en ese propósito urge revisar un tema que sin llegar al extremo de otras ocasiones, volvió a estar presente: la no consecución de registros que pasen a los libros como topes del año o se acerquen a ellos.

«Ese es el primer motivo de superación en el claustro de nuestros entrenadores. Sabemos que hay que alcanzar la mejor forma deportiva en el momento necesario y no lo hemos logrado en toda su magnitud», reconoció Abril.

«Mientras no podamos pasar sobre ese “bache” no tendremos resultados superiores, y hay que concientizar que no es suficiente con hacerlo a principios de año para sentirse seguro para las giras o las bases de entrenamiento.

»Hay que mostrar más que eso, o sea consistencia, y sobre todo explotar mucho más el desarrollo científico para la planificación del entrenamiento», aseveró.

ALGO MÁS

Pese a su condición de post-olímpica la cita lamentó pocas ausencias importantes, como si los jerarcas no quisieran perderse el retorno del atletismo a un estadio construido para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Sin embargo, no abundaron los desempeños de primera línea. Apenas se implantó un récord del planeta debido a que las mujeres se estrenaron en los 50 kilómetros marcha y la portuguesa Ines Henríques dejó su nombre con 4:05.06 horas.

Ese registro y los de los 50 km de la marcha entre hombres (Yohan Diniz/FRA/3:33.12 h) y los 3 000 con obstáculos (Enma Coburn/EEUU/9:02.58 min) conformaron la tríada de plusmarcas para la competencia.

Varios campeones olímpicos o mundiales perdieron aquí, pero ninguno despertó tanto revuelo como el jamaicano Usain Bolt, tercero en los 100 metros y lastimado cuando trató de rematar a su altura en el 4×100.

El hombre invencible dejó de serlo en la justa anunciada como la última de su carrera, aunque ahora crecen rumores que ponen en dudas tal afirmación.

Por medallas Estados Unidos “se escapó” desde el comienzo y cerró definitivamente con 10 títulos, 11 segundos lugares y nueve bronces. Kenia (5-2-4) y Sudáfrica (3-1-2) fueron sus seguidores más cercanos.

En total 43 países de los 205 asistentes se inscribieron con al menos un bronce. Cuba ocupó el puesto 38 y el 14 en el ordenamiento de puntos con 33.

En esa tabla los norteños cerraron con 272 y Kenia repitió como escolta con 124, aunque el tercer escalón fue para Gran Bretaña, dueña de 105.

MTT: Mejor tiempo de su temporada

RN: Récord Nacional