A la izquierda, junto al triple campeón mundial Lázaro Álvarez.Foto: Delegación Cubana
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Río de Janeiro.- A TONO con las exigencias del deporte contemporáneo Cuba asigna merecido protagonismo al quehacer de los sicólogos, identificados como pilares para la consecución de desempeños de élite.
Uno de ellos es el joven Julio Ordoqui, quien desde hace seis años derrocha empeño en el seno de la selección de boxeo que ahora genera justificadas esperanzas de cara a los Juegos Olímpicos que comienzan el 5 de agosto aquí.
JIT le abordó este jueves al cierre de la segunda sesión de entrenamiento en una de las salas del complejo Riocentro, y él accedió al diálogo, que enfrentó con su habitual mezcla de mesura y sano apasionamiento por su labor.
¿Qué se prioriza en esta etapa?
Nos enfocamos en el análisis de la predisposición sicológica para la competencia, fundamentalmente en actualizar los motivos competitivos, o sea que cada atleta los tenga claros y sostenga altos niveles de disposición, optimismo y combatividad.
Mencione propósitos concretos...
Que estén concentrados en las actividades previas a la competencia y durante esta, y dispongan de un sistema de autorregulación sicológica, básicamente en el ámbito emocional, capaz de activarse cuando sea necesario, así como regularse, disminuyendo el nivel de excitación inconveniente si requiere hacerlo.
Sobre esa base hemos trabajado durante todo el ciclo, porque excepto Joahnys Argilagos este grupo lo cubrió completo.
Se habla mucho de la presión que generan compromisos como el que asume ahora el boxeo...
La presión es un tema polémico y mal manejado en algunos casos, porque de hecho es imposible no sentirla, y cuando no existe los resultados tienden a estar lejos de lo deseado.
¿O sea, que es necesaria aunque demanda ser bien manejada?
Lograr los niveles necesarios de activación en cuerpo y mente, velocidad y precisión de los movimientos y velocidad de reacción, requiere de mucha excitabilidad.
Ahora bien, lo importante es cómo se vive cognitivamente esa presión de la competencia, para hacerla un disfrute, asimilándola como señal de que se está en forma deportiva, no identificándola como una amenaza sino como expresión de que ya el organismo está listo y que la relación cuerpo-mente está preparada para la misión en cuestión.
¿Cómo se enfoca todo eso?
Básicamente se perfila hacia los aspectos tácticos, o sea toda la ansiedad y esa presión natural en los días previos, conocida como prearranque, se va manejando con sistemas de autorregulación a base de autorrelajación, ejercicios respiratorios y otras técnicas.
El propósito es que el atleta ordene toda esa excitabilidad en forma táctica, a partir del programa de acciones básicamente elaborado por los entrenadores, y al que nosotros contribuimos desde nuestro perfil en función de que lo interiorice cognitivamente durante la preparación para que se exprese a plenitud en la competencia.
¿Cuál es su visión sobre este equipo?
Sin caer en triunfalismo ni optimismo infundado puede asegurarse que ha cumplimentado una excelente preparación y suma una experiencia competitiva muy alta, lo cual se refleja en su muy favorable estado anímico y el optimismo con que asume posiciones de liderazgo en el seno de la delegación.
¿Todos por igual?
Cada uno a su nivel, pero todos pensando en la victoria, a partir del compromiso respaldado por la maestría y otros aspectos esenciales como la motivación, que les permiten saberse centrados, capaces de lidiar con elementos externos y sortear obstáculos.
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