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La Habana.- AUNQUE no siempre tuvo el mismo nombre y su frecuencia experimentó variaciones, la Copa Continental de atletismo pactada para los días 13 y 14 próximos en la ciudad marroquí de Marrakech será la duodécima edición de su tipo.

También resultará la segunda cogida por un territorio africano, pues ya lo hizo Johannesburgo en 1998, cuando estas confrontaciones por equipos continentales todavía eran convocadas como Copas del Mundos.
La alemana Dusseldorf inició la serie en 1977 y fue seguida por la canadiense Montreal (1979) y la italiana Roma (1981) en el que puede considerarse un primer momento, con períodos de dos años entre una y otra.
La australiana Camberra acogió la continuidad en 1985 y en lo adelante llegaron a la española Barcelona (1989), la cubana La Habana (1992), la británica Londres (1994) y la ya mencionada Johannesburgo.

Madrid, capital de España (2002), Atenas, la de Grecia (2006), y la urbe croata de Split (2010) completaron los escenarios.

EL CUBANO bicampeón olímpico Alberto Juantorena estuvo entre los monarcas de la edición fundacional y le aportó a América los cetros en 400 (45.36 segundos) y 800 metros (1:44.04 minutos), los mismos eventos en que un año antes había tocado la gloria en Montreal.
Otros con premios por la mayor de las Antillas fueron el velocista Silvio Leonard, bronceado en 100 (10.19 segundos) y 200 metros planos (20.30 segundos), Alejandro Casañas, subtitular en los 110 metros con vallas (13.50 segundos) y Silvia Chivás, tercera en el hectómetro (11.34 segundos).

LA SEDE de la versión por iniciarse será el Gran Estadio de Marrakech, una edificación que demandó casi ocho años de construcción y llegó para sustituir al ya vetusto El Harti.
De su moderno diseño se encargó la firma italiana de arquitectura Gregotti y Asociados, cuyos expertos se inspiraron en el estilo de la urbe, con gruesos muros, torres y minaretes.
Tiene capacidad para más de 40 mil espectadores, puede albergar una cifra superior a los 3 500 vehículos y cuneta con dos áreas para los eventos de saltos triple, de altura y pértiga, impulsión de la bala y jabalina.

ENTRE los récords vigentes para estas lides subsiste uno de la primera edición: los 13:13.82 minutos con que el etíope Miruts Yifter, campeón olímpico en Moscú 1980, corrió los 5000 metros en Dusseldorf.
La longevidad en el sector femenino se la “roba” el tiro de 20,98 metros con que la balista alemana democrática Ilona Slupianek reinó en Montreal 1979.Por cierto, también ella se encumbró bajo los cinco aros un año después.