La Habana.- LA EDICIÓN de 2022 de la cita atlética más antigua del mundo –en cuanto a pistas bajo techo se refiere– será recordada por un hecho insólito, y que para mayores males, hizo variar hasta un anunciado récord mundial.

Los asistentes a los Millrose Games de Manhattan, en Nueva York, que se celebran desde 1908, aplaudieron a su ídolo, el lanzador de peso estadounidense Ryan Crouser, luego de registrar 23,38 metros y superar por un centímetro su propio récord mundial. Pero la fiesta tenía reservado otro final…

El doble campeón olímpico se ciñó su característico sombrero de vaquero para recibir el trofeo y, de hecho, lo tuvo entre sus manos durante unas horas.

Hasta la World Athletics divulgó la hazaña en sus redes sociales y varios sitios web del mundo se hicieron eco de la noticia, para luego tener que corregir la información.

La Federación Estadounidense de Atletismo (USATF, por sus siglas en inglés) aclaró todo a través de su cuenta en Twitter: «El láser para la medición de los resultados no estaba colocado correctamente durante la competición y como consecuencia todos los resultados de la impulsión de la bala entre hombres quedan anulados».

El director de la competición, Ray Flynn, también corroboró la corrección y lo mismo hizo Paul Doyle, agente de Crouser.

Nada, que la segunda parada del World Athletics Indoor Tour Gold de la temporada trascendió más por ese incomprensible error, que por sus otros resultados.

Por cierto, en cuanto a registros oficializados sobresalió el de 6.49 segundos del velocista estadounidense Christian Coleman, que clasifica como el mejor en lo que va de temporada.

De esa forma Coleman regresa luego de una suspensión de 18 meses por infracción de las normas antidopaje, por no señalar su paradero exacto en tres ocasiones consecutivas, y que le hizo perderse los Juegos Olímpicos de Tokio.

La campeona olímpica de la pértiga, la estadounidense Katie Nageotte, no pudo ir más allá de los 4,35 metros, y se conformó con la tercera plaza de un evento dominado por su compañera Sandi Morris con 4,75.

El monarca mundial de los 800 metros, Donavan Braizer, también de Estados Unidos, quiso probarse esta vez en la vuelta al óvalo, pero se “complicó” en las curvas y con 46.55 segundos entró tercero a la meta, detrás del jamaicano Christopher Taylor (46.38) y el local Vernon Norwood (46.45).

En los 3 mil de hombres hubo marca nacional para Nueva Zelanda fijada por Geordie Beamish, dueño de 7:39.50 minutos. La anfitriona Alicia Monson venció en ese propio evento de mujeres con 8:31.62 minutos, anotados en la cima del ranking de la temporada; y para el estadounidense Devon Allen fue el triunfo en los 60 metros con vallas, gracias a tiempo de 7.51 segundos, igualmente inscritos como lo mejor del año hasta ahora.