Tokio.- LA ESTELA triunfal dejada hace unos días por el canotaje cubano en el Canal Sea Forest de esta ciudad sigue inspirando a los botes de la Isla, que clasificaron en la mañana de este viernes para la fase semifinal de la modalidad C-1 para hombres a la distancia de 1 000 metros, y C-2 a 500 metros para damas.

Todavía el cienfueguero Fernando Dayán Jorge anda disfrutando de su espectacular victoria en el C-2 junto a Serguey Torres, pero no para de soñar con otro premio. Ahora remando en solitario dominó su heat eliminatorio con tiempo de 4:04.378 minutos, y así evitó lanzar nuevamente su canoa al agua en esta jornada para remar en la serie de cuartos de final.

El cubano cubrió la mitad del recorrido en la tercera posición y poco a poco fue levantando el ritmo de paletadas para relegar al hasta entonces líder, el alemán Conrad Scheibner, el otro avanzado directamente a semifinales.

Minutos antes José Ramón Pelier, campeón mundial de 2019 en esta especialidad, había reservado también un espacio en la fase previa a la final, consiguiendo el segundo puesto de su heat sin mayores exigencias. A sus 20 años, Pelier no pudo tener mejor estreno bajo los cinco aros y terminó con un tiempo de 4:06.343 minutos, solo superado por el rumano Catalin Chirila.

Con un poco más de esfuerzo ancló en la misma instancia el bote C-2 femenino a 500 metros tripulado por Katherin Nuevo y Yarisleidis Cirilo, que debutó con un tercer escaño en su serie eliminatoria, por detrás de los de Ucrania y Hungría.

De tal forma, volvieron a la aguas de la bahía, esta vez enroladas en un heat junto a las naves de Chile, Uzbekistán, la representativa del Comité Olímpico de Rusia y la de Japón. Desde la arrancada las cubanitas tomaron la vanguardia y nunca la cedieron hasta llegar a la meta con tiempo de 2:03.282 minutos. Por detrás entraron las uzbecas y las rusas, para garantizar también su avance.

Estos botes cubanos volverán al agua en la mañana de este sábado con las finales en el horizonte. Y si algo dejó claro el triunfo previo del C-2 masculino, es que nuestros canoístas llegaron hasta aquí para remar fuerte hacia la gloria soñada.