La Habana.- A LA CIUDAD finesa de Helsinki le tocó inaugurar los campeonatos mundiales de atletismo en 1983 y por casualidades del destino volvió a ser la anfitriona 22 años después, cuando la esperada Londres se declaró no apta para organizar la cita número 10.
La capital británica no contaba con el esperado estadio en condiciones de albergar una competición de este tipo y el gobierno se negó a apoyar el proyecto para su construcción, pero eso hubo necesidad de apelar a las variantes y la votación del Consejo de la IAAF determinó que todo volviera al sitio fundacional.
Seis rondas de votación se necesitaron para el resultado. Helsinki ganó sobre otras que optaron por la organización como Berlín, Budapest, Roma y Bruselas, y propuso la misma fecha que en su anterior momento como anfitriona, del 6 al 14 de agosto.
Un inusual clima frío y lluvioso para la fecha acompañó las acciones en un Estadio Olímpico en el que por primera vez se utilizó el sistema de video para la medición de los saltos de longitud y triple, se conservaron las pruebas antidopaje para su contra análisis en caso necesario implantaron y se implantaron tres récords del orbe.
Pasaron a los libros los 5,01 metros de la pertiguista rusa Yelena Isimbayeva, el tiempo de 1:25.41 horas de la también rusa Olimpiada Ivanova en los 20 kilómetros marcha y los 71,70 metros de la cubana Orisleydis Menéndez en la jabalina.
Este último fue uno de los tres oros de la delegación de la Isla, apoyada sobre todo en sus mujeres, pues los otros dos títulos igualmente las tuvieron a ellas como protagonistas: Yipsi Moreno en el martillo y Zulia Calatayud en los 800 metros.
Yipsi tuvo que esperar ocho años para disfrutar de ese título, pues en el 2013 se reabrieron los casos de dopaje y la rusa Olga Kuzenkova quedó despojada de su título al dar positivo.
Yargelis Savigne “dobló” en la longitud y el triple, y en ambos consiguió premios. Bronce en el primero con 6,69 metros y plata en su prueba estrella con 14,82 metros.
Yoandris Betanzos en el salto triple y Víctor Moya en la altura completaron con platas el listado de medallistas cubanos.
En general la mayor de las Antillas se ubicó cuarta de esa clasificación, liderada por Estados Unidos con aplastante cifra de 14 oros, el doble de Rusia que cerró segunda.
Los norteños arrasaron sobre todo en las pruebas de velocidad de uno y otro sexo, incluso en los 200 de hombres coparon los cuatro primeros puestos, pues gracias a un comodín tuvieron un cuarteto de representantes.
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