La Habana.- LUEGO de varios meses sin generar noticias desde el punto de vista competitivo, la gimnasia artística volvió a los escenarios, esta vez con Randy Lerú como protagonista en la Copa del Mundo de Doha, en Catar, donde comenzaron a sumarse puntos para el ranking que mira a Tokio 2020.

Con bronce en la barra fija, aparato en que ha demostrado rango para incluirse entre los mejores del planeta, se despidió Randy de su primera presentación internacional del año, en la que por proyecciones estratégicas solo sumó otras actuaciones en ejercicios en el suelo (lugar 26) y barras paralelas (20).

Nota de 14.000 le llevaron a la presea por detrás del croata Tin Sric (14.400), rey universal de esta misma prueba en el 2017, y del japonés Hidetaca Miyachi (14.300), quien venía de ganar en la fase de Melbourne, en febrero pasado.

Randy había sido séptimo el día antes en las eliminatorias con 14.033 unidades, pero terminó por confirmar que posee lo necesario para asumir mayor protagonismo dentro de las filas cubanas, como buena dupla con Manrique Larduet.

Por cierto, este último sigue bajo tratamiento médico, alejado de los entrenamientos y la competición, pero animado y proyectando su regreso a la preparación para los Juegos Panamericanos de Lima.

En Catar estuvo también por Cuba la jovencita Marcia Videaux, quien se aseguró para la final del caballo de salto y luego declinó presentarse, tras resentirse de una lesión cuando actuaba en manos libres.

El entrenador Carlos Gil resaltó el alto nivel enfrentado en la cita, reconoció la importancia de insertarse en estos circuitos para lograr resultados, y recordó que de estas series de eventos se conformará parte del ranking clasificatorio olímpico.

Marcia brilló en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, y está llamada a aparecer en el podio continental de Lima, para repetir una actuación que le hizo estrenarse en titulares hace cuatro años en Toronto.

Cuba ha conseguido revivir en los últimos años una especialidad que atravesó la peor de las crisis luego de los retiros de figuras como Erick López y Leyanet González, de ahí lo necesario de mantener el ritmo y elevar la participación en torneos para lograr grandes objetivos con esta generación que encabeza Manrique.