Holguín.- HACE 57 años, exactamente el 14 de enero de 1962, el Potrero del Moro, ubicado en el Reparto de Vista Alegre en la ciudad de Holguín, dejó de recibir escombros para  acoger a los amantes de la actividad física que disfrutaban además por ese entonces de una joven revolución socialista que deseaba llevar el deporte a todos los rincones del país.

En una gigantesca actividad presidida por el responsable del INDER en Oriente en aquellos años, Olegario Moreno, quedó oficialmente inaugurado el complejo deportivo que contaba con canchas de baloncesto, voleibol, pista de atletismo y el estadio de béisbol que rendía honores a uno de los mártires de este territorio, Jesús Feliú Leyva.

La jornada de apertura tuvo como protagonistas a tres equipos de béisbol infantil que realizaron una triangular, donde el conjunto de la Academia Provincial doblegó a sus similares de los Repartos Sanfield y Libertad.

Posteriormente se desarrollaron partidos de voleibol, baloncesto, una carrera de 400 metros planos y como colofón se efectuó el desafío de béisbol entre los equipos de Tacajó y Obras Públicas de Holguín, donde los visitantes salieron victoriosos al ganar 4-2, con gran labor monticular de Raúl Licea, a la postre vencedor.

El estelar ex lanzador, Larry Picanes Peña, recuerda con mucha nostalgia esa fecha, aunque no tuvo el placer de jugar el desafío inaugural, si pudo presenciar aquella colosal concurrencia de aficionados que se dieron cita para hacerse eco de un hecho insólito en la ciudad.

«Fue un momento muy bonito, ver tantas personas reunidas, convertir un potrero en un complejo deportivo solo es obra de una Revolución Socialista. Personalmente me trae muy gratos recuerdos porque inicié mi carrera en este estadio y lancé dos juegos de cero hits, cero carreras en esta instalación, los primeros de Cuba en series provinciales».

A 57 años de creado el estadio beisbolero Feliú Leyva, como se conoce popularmente, se le ultiman los detalles para recibir la cuadragésima tercera edición de la Serie Provincial, certamen que iniciará el venidero 26 de enero con el enfrentamiento entre los Sultanes de Holguín y los Piratas de Gibara. 

La brigada de jardinería de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Alcides Pino, está trabajando en el área del cuadro, donde se picó, removió y rellenó con cerámica calcinada y arena artificial, para culminar cubriendo la superficie con arcilla.

A pesar de contar con uno de los mejores drenajes de los estadios holguineros, fue rehabilitado el sistema hidráulico del terreno, se le instalaron ramales en ambos laterales que permitirán irrigar el césped de todo el diamante beisbolero y mantener saludable la superficie artificial. 

«El área de las bases y el box fueron reconstruidas totalmente para evitar que el agua se estanque en período lluvioso, como es normal que suceda en esta zona, por los constantes deslizamientos de los atletas y otras maniobras que hacen los jugadores a la defensa», afirmó Alexander Martínez Sanz, jefe de la brigada.

Para ello, se rellenó con ladrillos y se utilizaron varias capas de los elementos empleados, que conllevaron aumentar el nivel del suelo, como promedio 15 cm, aunque en algunos lugares, sobre todo en la parte de tercera base fuera del área de juego, llegaron hasta los 20 cm, por el desnivel que existía, pendiente que provocaba una corriente de agua hacia este lugar cuando llovía, sentenció el ingeniero.