La Habana.- EL CUBANO Reinier Fiss Solís resultó elegido para formar parte del grupo de árbitros que trabajarán en la Copa Mundial de Futsal de la Fifa de Uzbekistán 2024.
La designación fue informada este martes y más que una sorpresa, la tomó como una gran oportunidad que asume con entusiasmo, por la cual ha luchado desde que comenzó en esa disciplina.
«Para mí significa mucho. Representar al arbitraje cubano en una cita mundialista y defender también los colores de mi Cuba en ese torneo, representa el mayor logro de mi carrera hasta ahora», dijo emocionado a JIT.
Fiss ha silbado en numerosos torneos de la disciplina desde 2017, cuando recibió el gafete Fifa que lo acredita como árbitro internacional.
Por su destacada labor en el ámbito nacional también ha merecido el galardón de mejor árbitro cubano, y ello, aclara, «requiere de mucho esfuerzo y sacrificio».
«Hay que prepararse muy bien para estar al máximo nivel y poder desempeñarse en el juego de futsal o de fútbol. Se debe entrenar dos o tres veces al día y estudiar mucho las reglas del juego», profundizó sobre el sacrificio que demanda la labor y destacó la importancia de observar todos los partidos posibles para aprender.
Dos excelentes actuaciones de los cubanos le impidieron impartir justicia en las finales de los I Juegos del Caribe de Guadalupe 2022 y el Torneo de Futsal de Concacaf de Managua 2024, pues en esas ocasiones llegaron a la discusión de la medalla de oro.
En ambas oportunidades, lejos de frustrarse por esa limitación, lo ha vivido con alegría, pues siente los colores patrios y entiende que la felicidad del pueblo está por encima del mérito personal.
Eso sí, aclara que cuando toma el silbato y entra a las canchas se reviste de la imparcialidad inapelable que demanda su profesión.
Reconoce, además, que el arbitraje cubano se recupera, tras no vivir sus mejores momentos, y que en la modalidad de futsal se reafirma en la élite del área de Concacaf.
Una muestra de su impresión dieron los cuatro colegiados de la Isla que intervinieron en el torneo premundial celebrado en Nicaragua recientemente, donde Fiss resultó seleccionado para actuar en el partido por la medalla de bronce.
«Demostramos que estamos entre los “gigantes” de Concacaf», asegura, a la vez que dedica un reconocimiento al buen desempeño de sus compañeras, que «están dejando en alto el nombre de Cuba».
«Quiero agradecer a Dios por esta oportunidad. Pienso en mi abuela, que perdí hace unos días, y no está para disfrutar conmigo la noticia. Por eso la llevaré en mi corazón cuando trabaje en el mundial», expresa conmovido.
Recuerda en el instante de confirmación el aporte de tantos para que sea posible su éxito: a su “tía-madre”, a su mamá y a los vecinos del edificio donde reside.
Atribuye finalmente la posibilidad de brillar en una disciplina tan compleja al apoyo de la Asociación de Fútbol de Cuba y del también mundialista Antonio "El Furia" Álvarez Betancourt. «Él fue quien me descubrió y me ha educado desde el comienzo», señaló.
Con ese ejemplo no le será difícil triunfar en Uzbekistán. Eso esperan todos los seguidores cubanos del futsal, quienes toman la designación de Fiss como la guinda del pastel que “horneó” la selección nacional con la clasificación a su sexta lid universal.
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