La Habana.- LA MEDALLA de plata alcanzada por la selección cubana en el Campeonato de Futsal de Concacaf de Managua 2024 de ninguna manera puede verse como premio de consolación a la derrota 4-3 ante Panamá en la final.
Es cierto que llegados a esta instancia no iban a quedar conformes con no ganar, pero con el objetivo por el que fueron conseguido, la clasificación a la Copa Mundial de Futsal de la Fifa de Uzbekistán 2024, no había mucho que perder.
Desde antes de salir a la cancha encontraron una desventaja: en este torneo se tomaron la licencia de no limpiar las tarjetas antes de la final, y Jonathan Hernández, acaso el mejor jugador de Cuba, se lo perdía por acumulación de amarillas.
Osmel Valdivia improvisó en la posición de pívot, porque no puedes sustituir a un hombre como "El Bota", capaz de andar a cuestas con todo el equipo y salvar la adversidad con una simpleza pasmosa.
El listón quedó muy alto para todos los que pasaron por ahí, y con desventaja de un gol no apareció quien la empujara, porque los antillanos buscaban y conseguían oportunidades hasta que Jorge Luis González, cierre convertido en pívot, creó el peligro que aprovechó Iduán Martínez para el empate.
Una jugada asociativa de Cuba generó un autogol y tomó ventaja, pero los nervios invitaron al caos y la anarquía y olvidaron que las pérdidas tras el mano a mano suelen costar caras, y de esa forma lograron remontar los Canaleros.
Con dos goles de desventaja adoptaron formación de cinco y lograron descontar con una pelota al segundo palo de Jorge Luis González que finalizó Iduán Martínez.
A punto estuvo de llegar el empate, mas Dayán Cotilla no pudo empujar una pelota pasada con el portero vencido y la mandó al techo del Polideportivo Alexis Argüello.
Con el marcador 4-3 llegó el final y terminó el invicto de Cuba en la lid. Panamá tomó desquite y se perdió la corona por quinta ocasión en estos torneos.
Sin embargo, quedan muchas más razones para contentarse porque se enseñaron virtudes, cohesión, valentía y talento para jugar al futsal.
Este grupo de jóvenes todavía no vive sus mejores momentos y por lo pronto queda la satisfacción de que la bandera cubana ondeará en Uzbekistán 2024, porque se resistió el título, pero no la gloria.
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