La Habana.- LAS CUBANAS Isabella Rojas y Lizabeth Godales regresan a casa satisfechas con lo vivido durante el XIII Festival de Gimnasia Rítmica Alina 2024, que compartió sede entre Rusia y Bielorrusia.
Ambas se preparan para asumir protagonismo en la modalidad individual durante el próximo ciclo olímpico, por lo que aprovecharon al máximo la oportunidad de mostrar sus talentos junto a varias de las principales figuras del mundo en la actualidad.
«El show superó todas nuestras expectativas por su gran belleza. El objetivo se cumplió porque no se trataba de un evento competitivo. Las evaluaciones no se tradujeron en notas. El hecho de verse en un escenario de alto nivel y compartir con muchachas de varios países les ayudó a crecer como gimnastas», dijo a JIT la comisionada nacional de esa disciplina, Yainet Villalta.
Isabella, quien transita por su primer año en la categoría de adultas, y la todavía juvenil Lizabeth, mostraron sus ejecuciones en las dos etapas en que se dividió el Festival. La gala inicial se celebró el 2 de marzo en el balneario ruso de Sochi. Las presentaciones de este martes ocurrieron en la urbe bielorrusa de Minsk.
«Una de las cosas más impresionantes fue el escenario. Un diseño espectacular y muchas luces», comentó Isabella, quien antes había disfrutado de preparación en la escuela que dirige la exgimnasta rusa Alina Kabaeva.
Para Lizabeth resultó una nueva experiencia y tomó nota de las recomendaciones recibidas con vistas a su preparación para el evento clasificatorio a los II Juegos Panamericanos Júnior de Asunción 2025. La cita en que se repartirán esas plazas acontecerá en Guatemala del 3 al 9 de junio próximo.
«Otro de los beneficios que nos ha dejado la invitación radica en la oportunidad de relacionarnos con muchachas y entrenadoras de varios países. Todo fue muy emotivo y la preparación muy intensa durante los últimos días», aseguró Villalta.
Además de Cuba y las anfitrionas rusas y bielorrusas, participaron gimnastas de México, Guatemala, China, República del Congo, Azerbaiyán y Uzbekistán.
La nueva convocatoria volvió a trascender lo deportivo, pues hubo espacio dentro del espectáculo para la danza, exhibiciones de wushu por parte de jóvenes llegados desde el Templo de Shaolin, así como de infantes con necesidades especiales de una academia radicada en la ciudad de Kazán.
«Niños que hacen una fiesta para niños…» resumió la propia Kabaeva en el sitio digital del evento.
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