La Habana.- LA FAMILIA del tenis de mesa en Cuba cuenta con razones suficientes para cerrar orgullosa un año 2023 marcado por resultados relevantes y hechos inéditos, cuya superación representa un reto de cara a la nueva temporada que llega acompañada de ambiciosas metas.
La conquista de dos medallas de oro y una de plata en los XIX Juegos Panamericanos de Santiago 2023, desempeño nunca antes disfrutado, bastaría para la satisfacción, más aún si sumamos la segunda clasificación consecutiva de una pareja mixta para los juegos olímpicos.
Daniela Fonseca y Jorge Moisés Campos tendrán la oportunidad de mejorar en París 2024 su discreta incursión en Tokio 2020, aunque repetir la experiencia resultará buen premio a sus talentos y constancias.
Ese boleto olímpico selló una actuación histórica en la capital chilena, donde hicieron vibrar a los seguidores de este deporte en la Isla, al derrotar en la final a una dupla brasileña con merecido cartel de favorita.
La justa en la nación austral reportó más momentos de euforia gracias a las formas exhibidas por Moisés y el experimentado Andy Pereira. Juntos destrozaron los pronósticos en la final del doble, al destronar a la pareja del Gigante Sudamericano liderada por Hugo Calderano, ubicado entre los cinco mejores del planeta.
La copa de los buenos momentos se desbordó con la medalla de plata de Andy, otro suceso trascendental, pues nunca antes un cubano había accedido a la final individual en juegos panamericanos.
ADELANTOS EN SAN SALVADOR
La soberbia actuación en Santiago 2023 tuvo señales desde los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023, en que se cosecharon tres cetros, par de medallas de plata e igual cantidad de bronce. Ese botín permitió a la Mayor de las Antillas dominar ese deporte.
El título de Andy emergió como lo más sobresaliente. El veterano capitán de la selección se incluyó como “apoyo” para las jóvenes figuras y terminó como el gran protagonista.
El reinado del equipo femenino, con Daniela como guía y la revelación Estela Crespo mostrando empuje en momentos claves, se unió al título de Andy y Moisés en dobles.
El certamen permitió constatar los resultados de la inclusión de varios jugadores en ligas foráneas, acápite a seguir perfeccionando para potenciar su crecimiento.
LA UNIÓN COMO ESTRATEGIA
Más allá del talento de los jugadores y su entrega, hay que destacar el trabajo desplegado por la comisión y la federación nacionales de tenis de mesa, encabezadas por Bárbaro Oliva.
El colectivo técnico ha cerrado filas para mejorar cada día los resultados, a pesar de los cambios de entrenadores sucedidos durante la campaña.
«Tenemos una comisión técnica nacional sólida. Hacemos reuniones semanales para tomar decisiones. Esa relación entre los entrenadores y quienes ven el trabajo desde afuera resulta muy importante. Demostramos al equipo que cualquier ausencia puede cubrirse sin baches en el rendimiento», resume Oliva.
Aplicar ciencia a los entrenamientos también ha sostenido los buenos resultados internacionales. Preparación en sistema de burbuja, concentraciones, la focalización de las fortalezas y debilidades, terminaron siendo estrategias igual de importantes.
«La esencia ha sido el trabajo unido, aunque no todo fue color de rosas. Lo importante ha sido el colectivo por sobre la individualidad», confiesa el directivo, quien ha inculcado el significado del lema: Una familia, un objetivo.
El colectivo se ha empeñado en ofrecer a las figuras jóvenes oportunidades de ganarse un puesto en la selección, pero también en corregir en su momento y con firmeza puntuales situaciones de indisciplina.
De esa forma se ha logrado un clima de confianza y optimismo en los jugadores, cada vez más capaces de buscar alternativas ante circunstancias complejas de la preparación y el juego.
«Moisés y Daniela están muy motivados. Quieren ganar una medalla en París 2024. Ese es el sueño que perseguimos, lo que les hemos inculcado», agregó Oliva como ejemplo de las metas difíciles que se plantean para 2024.
BUENA NOTA EN LA ORGANIZACIÓN DE EVENTOS
En casa también se vivieron hechos importantes como el campeonato panamericano del deporte, en que se repartieron plazas para los Juegos Olímpicos de París 2024 y el próximo certamen del mundo por equipos.
La capacidad organizativa de los cubanos fue reconocida con la satisfacción de las decenas de jugadores de 18 naciones que se dieron cita en el Recinto Ferial Expocuba.
Los exponentes de la Isla consiguieron la medalla de bronce en el doble mixto y la clasificación de su elenco varonil para el mencionado evento mundial. Además, accedieron a fogueo de primer nivel.
Durante esa convocatoria sesionó la Asamblea General Ordinaria de ITTF América, en que se abordaron varios temas sobre su funcionamiento y se definieron las sedes de los torneos previstos para 2024.
|