Santiago de Chile.- UN “ZARPAZO” dorado protagonizaron hoy los grequistas para dar a Cuba la victoria en el certamen de luchas de los XIX Juegos Panamericanos.
Tras no conquistar coronas en las dos primeras divisiones disputadas acá, el equipo estaba obligado a llevarse las restantes cuatro para mejorar lo hecho en Lima 2019. Y así fue.
También hacía falta ese “empujón” para que la delegación avanzara segura hacia la treintena de coronas en los Juegos, redondeadas en la tarde-noche por las corredoras en el Estadio Nacional de Chile.
Daniel Grégorich (87), Oscar Pino (130 kg) y Luis Orta (67 kg) se adueñaron de sus primeras medallas de oro a este nivel. Gabriel Rosillo (97 kg) repitió lo hecho hace cuatro años en la capital peruana.
Autoridad absoluta mostraron los nuestros sobre los colchones dispuestos en el Centro de Entrenamiento Olímpico, donde la principal “oferta” fue el combate entre Pino y Yasmani Acosta, cubano que representa a Chile desde hace varios años.
Aunque muchos esperaban una final de éxtasis entre ambos, quiso el sorteo que se midieran en la apertura del evento. La victoria de Pino por 3-1 “aguó” la fiesta a los locales, pero dejó la escena servida para los aplausos.
Sucedió que Pino ganó a placer la división y el tetracampeón olímpico y cinco veces del orbe, Mijaín López, fue el primero en salir a felicitarlo y de alguna manera a compartir los honores que rindió el público. El propio López también felicitó efusivamente a Acosta cuando se agenció la medalla de bronce. Tales imágenes quedarán como postales imborrables de este evento.
Los cuatro títulos de los grequistas permitieron al equipo cubano totalizar ocho, más cinco subtítulos y tres metales de bronce. Estados Unidos, en varias divisiones sin sus mejores exponentes, se ubicó a continuación con terna de 7-3-1.
«Hacía falta una actuación como esta para levantar a Cuba en el medallero. Nos enorgullece lo hecho, aunque siempre queremos más», expresó a JIT Raúl Trujillo, jefe de entrenadores del equipo nacional.
Los cuatro campeones de hoy expresaron su satisfacción por las conquistas y coincidieron en que los Juegos Olímpicos de París 2024 son la gran meta siguiente. En el caso de Pino, dependerá de la decisión que tome Mijaín, quien hasta ahora sostiene su deseo de buscar la quinta corona en línea.
La jornada regaló otro momento especial: la despedida como árbitro del cubano Manuel Rodríguez, tras 30 años oficiando sobre los colchones. Además de escucharse su amplio palmarés, sus compañeros le hicieron el tradicional túnel de despedida, sinónimo de afecto, reconocimiento y los mejores deseos en su nueva etapa de vida.
c/
|