San Salvador.- TAYMARA Oropesa llevó a su pecho hoy la medalla de plata de la lid individual de bádminton correspondiente a los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Cuando muchos pensaron que había guardado para siempre la raqueta que tantas alegrías le proporcionó, la holguinera decidió que le quedaban remates por disfrutar. Y qué mejor momento para su regreso que cuando sus compañeros de causa más lo necesitaban.
En la final se le vio de un lado a otro de la cancha, salvó volantes que parecían imposibles y falló entradas a la net para jugar en corto. Cuando el último tanto se hizo realidad, salió de la cancha sin la sonrisa deseada y algunos presenciamos cuando se dejó caer tras las vallas en la sala del Complejo Deportivo El Polvorín.
Nadie sabrá, a ciencia cierta, cuántas cosas pasaron en ese momento por su mente. Quería el oro, también esquivo hace cinco años frente a la propia mexicana Hamara Gaitán. Nadie lo duda.
Tampoco se cuestiona que este nuevo subtítulo llega acompañado de mucho sacrificio. No solo de ella, que bien lo sabe. Por eso, en el listado de los agradecimientos nadie estuvo por encima de su entrenador Humberto Daudinot, ni del comisionado nacional de este deporte, Orlando Arturo Cala.
«Esta medalla es para ellos», dijo poco después del abrazo reparador con Daudinot, inmejorable bálsamo para la lógica inconformidad por el revés. Quizás en ese instante comprendió que la plata puede tener distintos “sabores”.
Perdió con Gaitán, campeona en Barranquilla 2018, participante en juegos olímpicos y con respuestas para los momentos más complicados del pulso. Esa fue la clave en la misión de defender su reinado.
Taymara asegura que habrá más en el futuro. No precisa, pero queda claro que no se rendirá. Sus ojos solo piden tiempo para una revancha y si ocurre frente a la azteca, mejor.
«Apenas regresé a entrenarme en enero. Tuve dos torneos de preparación antes de llegar aquí y una base de entrenamiento en Pinar del Río. De haber regresado un poco antes, tal vez la historia hubiese sido diferente en este partido», asegura la cubana.
El marcador final del partido sería lo de menos (21-18 y 21-14). Recordará por siempre esta lucha de 40 minutos y será feliz por su medalla y por la decisión de volver. Desde ahora, todos los seguidores del bádminton esperan su nueva aventura.
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