La Habana.- UN PEQUEÑO grupo conforma la preselección élite cubana de arquería. Una de sus grandes fortalezas ha sido siempre la unión entre sus atletas y con el colectivo de entrenadores y directivos. Tendrán un año 2023 de grandes retos.

Esa especial relación ha sido pilar para los desempeños protagonizados durante el año a punto de terminar, marcado por el rescate de la práctica en el arco compuesto en pos de alcanzar un desarrollo similar al del recurvo.

Luego de más de 10 años sin actividad, se pudieron dar nuevos pasos en esa especialidad gracias a la donación de equipamiento realizada por la World Archery Americas. Los primeros beneficiados fueron Rainer Torres y Aismary Breijo.

Ellos tensaron estas nuevas cuerdas gracias a la experiencia ganada a su paso por el recurvo. Con pocos meses de trabajo junto al preparador Rolián Guanche lograron la clasificación a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.

Cuba asistirá a esa cita con equipos completos del arco recurvo (m y f), luego de conseguir boletos en la Copa Merengue de Tiro con Arco de Santo Domingo 2022 bajo las órdenes de Vladimir Quintas y Reiter Téllez.

En la capital dominicana, la santiaguera Elizabeth Rodríguez protagonizó una excelente actuación al adueñarse del título individual. Luego consiguió una plaza al certamen de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, actuación que le consolidó como la arquera más estable del grupo.

El reparto de plazas a la cita multideportiva continental se realizó durante el reciente Campeonato Panamericano de Tiro con Arco de Santiago de Chile 2022. Allí también se aseguró un boleto para los hombres.

Poco más que esos tickets colmaron las expectativas del colectivo de entrenadores, pues esperaban que sus pupilos pudieran asegurar también los pasajes como equipo.

Arqueros y preparadores eran conscientes de la compleja tarea, pues solo cinco elencos de cada sexo conseguirían las papeletas en un certamen al que asistieron potencias como Estados Unidos, México, Canadá, Brasil y Colombia, entre otras.

Aquellas expectativas podrán concretarse en otra justa, presumiblemente en República Dominicana a principios de 2023. Allí los cubanos también buscarán pases con sus dos figuras del arco compuesto.

Entre las individualidades, además de Elizabeth, vale resaltar la constancia de la experimentada Maydenia Sarduy y el liderazgo de Hugo Franco.

Este último marcó dos récords nacionales en el certamen panamericano y se quedó con una medalla de plata que a muchos les supo a oro. Su papel dentro de la selección nacional llegó en el momento necesario, luego del lógico retiro de Juan Carlos Stevens y el abandono de Adrián Puentes.

Jóvenes como Javier Vega y Juan José Santiesteban ocuparon puestos de responsabilidad y lo hicieron bien, aunque necesitarán más fogueo para perfilar sus potencialidades.

Los directivos de este deporte redoblaron los esfuerzos para celebrar los torneos nacionales, a pesar del notable déficit de parapetos y otros implementos. Como tarea pendiente ha quedado la ansiada sustitución de los arcos utilizados por las principales figuras, paso necesario para acortar la ventaja de que gozan muchos rivales en competencias internacionales.

Mientras eso sucede, los arqueros cubanos seguirán unidos junto a sus entrenadores “exprimiendo” cada implemento disponible. Ese ha sido el estilo de preparación en busca del mejor resultado posible.