Santiago de Cuba.- EL PASADO día 7 de febrero, los Círculos de Abuelos cumplieron 30 años de fundados.

 Esta noble iniciativa, de la cual se benefician más de 50 mil personas de la llamada tercera edad en Santiago de Cuba mantiene resultados loables que ubican a la provincia entre las mejores del país.

«En la actualidad tenemos oficializados 2004 círculos del adulto mayor en el territorio, donde sobresalen el municipio cabecera, Palma Soriano y Songo-La Maya como los que más personas suman a estos populares espacios», comentó la metodóloga provincial de Actividad Física Comunitaria, M.Sc. Enersis Matos Borges.

La propia especialista explicó que allí no solo se realizan las clases cotidianas, pues también se promueven otras actividades como caminatas, excursiones, visitas a sitios históricos, hermanamientos con otras provincias, entre otras. De igual forma se insertan en labores de impacto social como los proyectos “Por la vida regalando experiencias” y “Actívate corazón”.

Al respecto, la jefa de cátedra principal de Actividad Física Comunitaria en el combinado deportivo Antonio Maceo, Marianne Lucero Cuenca, manifestó que: “Aquí tenemos el ‘Regalando vida’, donde los longevos se reúnen para visitar a los niños enfermos con cáncer y comparten un momento agradable con estos pequeños que tanto apoyo necesitan. Además, a este encuentro se llevan artículos confeccionados por los propios abuelos, los cuales son regalados a los infantes”.

Este es el caso del Círculo de Abuelos Guillermón Moncada, que tiene su sede en el parque comunitario de calle A, del reparto Sueño, en la Ciudad Héroe.

Allí, tres días a la semana, un grupo de 30 personas, de ellas cinco hombres, hacen a un lado sus rutinas para, con jovial entusiasmo, recibir las clases que imparte la profesora Yanileisis Salmon Creach.

«Hace seis años que formo parte de este alegre grupo. Cuando llegué me sentía cansada. Imagina, después de tantos años de trabajo. Pero ahora todo eso es pasado. Me siento bien, con vitalidad. Puedo asegurarte que en el ‘Guillermón Moncada’ he ganado calidad de vida», aseguró Oday Durán Morales, miembro del mencionado Círculo.

Muchas son las experiencias positivas que atesoran los abuelos que deciden incorporarse a estos espacios, no sólo desde el punto de vista físico, sino en las relaciones humanas.

«Aquí realizamos muchas actividades culturales-recreativas, como son los círculos de interés de canto y actuación. Mira, ahora mismo estamos en la organización del Día del Amor. Pero tampoco pasamos por alto un cumpleaños de alguno de nuestras compañeras o compañeros. Muchos se sorprenden cuando nos ven bailando y disfrutando como cualquier joven», manifestó María Brígida Pérez, otra de las abuelas del “Guillermón Moncada”.

Por otra parte, la ‘profe Yanileisi’, como le llaman cariñosamente sus avanzados pupilos, explicó que: «El trabajo con los abuelos es diferente por completo al resto, porque lleva una gran carga de motivación, y para eso hay que usar técnicas relacionadas con el baile, los aerobios y la flexibilidad con ayuda de implementos».

Dijo también que: «Pese a la importancia de la actividad física para mejorar la calidad de vida de las personas, todavía existe baja conciencia de los ancianos, especialmente los hombres, y sus familiares en cuanto a la necesidad de involucrarse en acciones de este tipo que favorecen su salud».

Con programas como este, el INDER pone su grano en la atención al adulto mayor en Cuba. Para muchos llegar a la tercera edad es un calvario, otros lo ven como un privilegio. Cuba es una de las naciones que más hace por este segmento poblacional.

 Si tienen dudas, los invito a que se den un saltico al “Guillermón Moncada”. Allí solo le dolerán los pies, de tanto bailar y disfrutar.