Eugene.- AUNQUE sus disparos fueron creciendo, el cubano Mario Díaz no pudo avanzar a la final del lanzamiento del disco en el Campeonato Mundial de Atletismo de Oregón 2022, que este domingo cerró jornada con el público rendido a los pies de las velocistas de Jamaica.

Debutante en citas de este tipo, Mario mostró la progresión que cualquier atleta espera. Comenzó llevando el implemento hasta los 57,72 metros, luego subió a 58,35 y se despidió de la eliminatoria con 60,83.

«Disfruté mi Mundial. No me salió un tiro mejor, pero esto me lo llevo de experiencia», dijo tranquilo luego de sentir la sensación de estar por primera vez entre los mejores hombres de esta disciplina en un estadio Hayward Field que impresiona.

La marca de clasificación era de 66 metros, todavía inalcanzable para él, pues su tope personal son los 65,21 metros con que se ganó el derecho a competir ahora.

«Esto me hace saber que no es imposible, que puedo llegar a la élite y trabajaré para competir en el próximo certamen mundial y también en los Juegos Olímpicos de París 2024», confesó el muchacho que durante un tiempo compartió su tiempo entre la bala y el disco.

De los 30 hombres que se presentaron al segmento de clasificación solo seis completaron el mínimo exigido. Gracias a sus marcas, otros seis lanzadores se aseguraron un cupo en la ronda decisiva, programada para el próximo martes.

Entre las satisfacciones que Mario se lleva a casa está saberse uno de los testigos presenciales de una velada histórica en el  Hayward Field, que este domingo tuvo poquísimos espacios vacíos, quizás porque el público anfitrión sabía de antemano que sería una buena jornada para los suyos. Y no se equivocaron.

En la pértiga, las locales Katie Nageote y Sandi Morris protagonizaron un esperado pulso centímetro a centímetro. Acapararon oro y plata, ambas con idéntico registro de 4,85 metros (marca líder de la temporada), pero con Katie en la cima del podio gracias a un fallo menos en la altura ganadora.

En los 110 metros con vallas los de casa podían doblar o barrer, con el trío formado por Grant Holloway, Trey Cunningham y Devon Allen. Con lo que nadie contaba era con la descalificación de este último por una milimétrica salida en falso.

Para más sorpresa, el jamaicano Hansle Parchment dejó de estar entre los favoritos al lesionarse al chocar contra una valla en el calentamiento. Holloway defendió exitosamente su reinado con crono de 13.03 segundos.

Por detrás entró Cunningham con 13.08 segundos y las ausencias fueron provechosas para el español Asier Martínez (13.17), quien completó el podio.

La competencia de impulsión de la bala fue toda una batalla campal entre Ryan Crouser y Joe Kovacs, definida a favor del primero cuando en el quinto intento llevó el récord del evento hasta los 22,94 metros.

Kovacs, quien tampoco ha podido ganar en las dos ediciones más recientes de los juegos olímpicos, quedó con 22,89 metros, y de completar el podio anfitrión se encargó Josh Awotunde con marca personal de 22,29 metros.

Y nada mejor para cerrar una noche de alto voltaje que la extrema velocidad de las jamaicanas en la final de los 100 metros. En suelo ajeno Shelly-Ann Fraser-Pryce, Shericka Jackson y Elaine Thompson-Herah impusieron su ley y por primera vez en estas lides el hectómetro para damas repartió sus medallas a un solo país.

Fraser, con 35 años de edad, se consagró por quinta ocasión como la más rápida del planeta, ahora con plusmarca para estos campeonatos de 10.67 segundos. Shericka no quiso ser menos y se adueñó de la plata con registro personal de 10.73; y Thompson, aunque volvió a fracasar en su asalto al trono, quedó con el consuelo del bronce gracias a otro tiempo de ensueño con 10.81.

Jamaica entera vibró con la carrera, y desde ahora se prepara para otras emociones en los 200 metros, pues de seguro estas mujeres volverán a protagonizar una carrera explosiva.

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