Holguín.- UN ACCIDENTE de trabajo en el molino de piedras de Pedernales, municipio de Holguín, provocó que al joven Felipe Rafael Sánchez le amputaran la pierna izquierda por encima del tobillo.
Entonces el pesimismo lo invadió, sentía que los sueños se apagaban, pero supo de la existencia de la Asociación de Limitados Físico Motores (ACLIFIM) y a ella se acercó. El deporte le devolvió los deseos de vivir y vencer el infortunio.
La disciplina seleccionada por él fue el atletismo. Al conocer que una entidad alemana había entregado a Cuba flejes para correr y estaba en la búsqueda de atletas, se acercó a quienes podían conducirle a las pruebas.
Por sus características y grado de discapacidad fue seleccionado para practicar la velocidad con el aditivo especializado.
Menos de un año después asistió al Campeonato Nacional y se agenció medallas de oro en 100 y 200 metros planos, categoría T-44.
Hoy es el más destacado de Cuba entre los de su rango y con solo 22 años de edad, buen somatotipo e infinito amor por el deporte, se perfila hacia empeños superiores.
¿Cómo has transitado la adaptación al fleje?
El proceso no ha sido fácil, no obstante, poco a poco avanzo y puedo afirmar que hoy tengo más seguridad a la hora de entrenar y competir. El dominio técnico se adquiere en la misma medida en que entreno y gano en confianza.
¿Qué te dicen al verte correr los que no conocen al respecto?
Por estos días entreno en la zona donde vivo (Pedernales) y sucede algo curioso: se quedan asombrados, me miran sorprendidos pero con mucho respeto.
Es una reacción lógica, porque se trata de una tecnología novedosa para los cubanos. Aprecio en todos una mezcla de curiosidad, asombro y admiración.
¿Cuáles son tus aspiraciones en el deporte?
Estuve a punto de asistir a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, y no descarto ser medallista en competencias de ese tipo, parapanamericanas y mundiales, además, seguir aportando lauros a Holguín.
En cada sesión de entrenamiento no dejo de pensar en cómo mejorar los resultados, sin subestimar a mis rivales pero convencido de que me preparo para ganar.
¿Qué apoyo recibes?
El de mi familia es grande, y lo mismo sucede con los compañeros que atienden el deporte para personas con discapacidad en Holguín y en la preselección nacional, sin olvidar a mis entrenadores y a los amigos que me estimulan.
Felipe Rafael es un vencedor del infortunio. Tiene todo lo necesario para conquistar el futuro, ese que desafiante le exigirá disciplina, consagración y perseverancia para subir al podio de premiaciones en Cuba y el extranjero.
Le acompaña una voluntad sin límite, y con ello ya ganó parte de la batalla.
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