Holguín.- CON SU impresionante desempeño en el Campeonato Nacional Juvenil de este 2016 (cinco medallas de oro, una de plata y otra de bronce), Alejandro Parra Pérez es considerado entre las nuevas revelaciones del ciclismo en Cuba.

El muchacho oriundo del municipio de Holguín comenzó la práctica de ese deporte a los 12 años de edad en el área ubicada en el Combinado Deportivo “Jesús Feliú Leyva”, y ahora accede a conversar con JIT, no sin mostrar cierta sorpresa ante el interés periodístico.

¿Qué te llevó al ciclismo?

Todos los días al terminar en la escuela pasaba por el área y me fui entusiasmando al ver los entrenamientos, y así terminé por convertirme en parte de su matrícula, hasta que en el curso 2011-2012 fui promovido a la EIDE Pedro Díaz Coello, donde tuve como entrenador a Pablo Campins, hoy el comisionado provincial.

¿Qué recuerdas de esa etapa?

Los buenos profesores que tuve, de manera especial el trabajo que hizo el propio Campins, quien contribuyó a los triunfos alcanzados, primero en los Juegos Escolares Nacionales y luego en el Campeonato Nacional Juvenil de 2015.

¿Te atraen más los eventos de pista o de ruta?          

He sido medallista en ambos, y me agrada competir en unos y otros, aunque para mí en la ruta es especialmente emocionante el ascenso que demandas las elevaciones exigentes, así como el sprint en las metas.

¿Cómo asumiste tu elección como el más destacado del Campeonato Nacional Juvenil?

Es un gran estímulo porque no solo se premia el resultado competitivo, sino la consagración a los entrenamientos y a los estudios. Terminé el duodécimo grado con notas excelentes y ahora comienzo la Licenciatura en Cultura Física.

Es, además, mi regalo a todos los que han confiado en mí... A los profesores de la EIDE que no olvido y de manera especial a mis padres y demás familiares.

¿Sueños?

Sueño en grande. He sido promovido de la preselección nacional juvenil a la de mayores y aspiro a ser medallista en eventos internacionales,  que es lo mismo que decir representar dignamente a Holguín y a Cuba.

A los 18 años de edad Alejandro ha recorrido un esperanzador camino en solo seis de vínculos con bielas y pedales, en la búsqueda incesante de buenos resultados que permiten pronosticarle un lugar entre los ciclistas cubanos llamados a destacar en el recién iniciado ciclo olímpico.