Foto: Cortesía de la familia

Santiago de Cuba.- EL PASADO 17 de marzo el activismo deportivo santiaguero perdió al más ilustre de sus integrantes cuando a causa de una repentina bronconeumonía bacteriana muriera en esta, su ciudad natal, Jorge Orlando Rodríguez Barthelemy, conocido como “Chichí”.

Nació el 4 de octubre de 1934 en la populosa barriada de Martí. Su padre, quien fungía como Concejal de esta urbe, era el sustento de una familia compuesta por su esposa ama de casa y siete hijos.

Por ese motivo abandonó tempranamente los estudios y a la edad de 20 años comienza a trabajar como tratador de agua en la Cervecería “Hatuey”, único centro laboral en el que se desempeñó por más de cinco décadas hasta su jubilación.

En época de la dictadura batistiana fue colaborador en la lucha clandestina, y luego del triunfo revolucionario de 1959 se destacó como miembro de la Campaña de Alfabetización, fundador de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), militante del Partido Comunista de Cuba (PCC) y oficial de la reserva.

«Además de mi acercamiento tan íntimo al movimiento deportivo, del que me considero un soldado, debo reconocer que mi entrega a la Revolución ha sido otro de mis grandes orgullos», expresó emocionado una vez a un periodista local.

ENTRE PEÑAS Y CONSEJOS VOLUNTARIOS DEPORTIVOS

Aunque se reconoce a la Peña Deportiva “Plaza de Marte” como la primera de su tipo en el país luego del triunfo revolucionario, es indudable que a las órdenes de Chichí la de la Cervecería Hatuey se convirtió desde el 27 de mayo de 1991 en una de las más sólidas de la Ciudad Heroína.

Al respecto comentó a JIT Jorge Campos Miguel, actual presidente de la “Plaza de Marte”: «Sin dudas Chichí será recordado como una figura emblemática de las peñas en toda Cuba. Él, junto a Pedro Vila y Jorge Núñez, fueron los padres fundadores de este movimiento en el país.

»Recuerdo que la Hatuey fue creada con 17 miembros y en menos de un año contaba con más de 120, todo gracias al trabajo de Chichí, quien siempre dejó claro que las peñas eran su vida.»

Más adelante agregó: «Decir Peña Deportiva Hatuey era decir Chichí Rodríguez, por su fuerza, responsabilidad ante el trabajo e iniciativas para mantener vivo el deporte. Su impronta fue clara, y por ello pasó a la historia como el Padre del Activismo Deportivo».

Reconocido en diversas ocasiones como Vanguardia Nacional en su condición de activista integral fue fundador de más de 40 círculos de amantes al deporte en la isla. Además de la ya desaparecida peña de la Cervecería, destacan la Arquímedes Muguercia —primera del municipio Mella y del Plan Turquino—, la Leslie Rodríguez en la fábrica de soya de Santiago de Cuba, la Carlos Manuel de Céspedes en la Marina de Guerra Revolucionaria, así como la Melchor Arido de la oriental provincia de Las Tunas.

Asimismo fue notable su labor como ejecutivo del Consejo Nacional de Peñas Deportivas.

Desde la creación de los Consejos Voluntarios Deportivos (CVD), el 19 de noviembre de 1961, por el Comandante en Jefe Fidel Castro, Chichí aportó su valiosa contribución. Acciones como el establecimiento del CVD Poligráfico de Santiago de Cuba, además del Hatuey-San Pedrito, los Círculos de Abuelos Los Cerveceritos, Tania la Guerrillera y Lázaro Peña, son recordadas con devoción por los habitantes de ese barrio indómito.

Decía Chichí: «Mi mayor honor es trabajar con la comunidad, y más en una tan compleja como la de San Pedrito. Por eso considero que el galardón más grande que tengo en el deporte es el cariño del pueblo».

OTRAS ARISTAS DE SU ENTREGA

«En el INDER existen departamentos muy importantes en la divulgación del deporte cubano, ellos son relaciones y prensa-propaganda. En ese sentido, se reconoce el nexo que durante toda su vida mantuvo Chichí con los medios de comunicación, y se le señala como un artífice del activismo y el deporte cubano», reconoció Olga Fabars Zamora, jefa del primero de esos frentes en la Dirección Provincial de Deportes santiaguera.

Además de sus más de 30 años dedicados al activismo deportivo nacional, así como su contribución al desarrollo de la práctica del ejercicio físico y la recreación en el territorio, dejó una hermosa familia compuesta por dos hijos, un nieto y un biznieto, a los que se suman el afecto incondicional de todos los que lo conocieron, especialmente los vecinos de Calle 7 entre Aguilera y Enramadas, donde residía.

«Fue un excelente padre, abuelo, suegro, amigo. Una persona excepcional que siempre estará en nuestros corazones», expresaron aún emocionados Arlenis García Perú, esposa de uno de sus hijos, y Jorge Orlando Rodríguez Cabrera, su único nieto.

Lo cierto es que Chichí siempre será recordado más allá de su carácter extrovertido y respetuoso. El epíteto que lo acompañó durante toda su existencia, y que con justicia lo señala como el Padre del Activismo Deportivo en Cuba, es solo parte de su encumbrada labor como uno de los hijos inolvidables de la familia deportiva indómita.