EL ESTADOUNIDENSE Marvin Stinson alardeó cuanto quiso pero Teófilo Stevenson destrozó sus fanfarronerías y se agenció el cetro supercompleto en la edición fundacional de estas lides, disputada en La Habana en 1974.

Ante miles de compatriotas reunidos en la capitalina Ciudad Deportiva el astro se llevó veredicto unánime y fijó en cinco las fajas de su escuadra después de las conseguidas por el minimosca Jorge Hernández, el mosca Douglas Rodríguez, el welter Emilio Correa y el ligero mediano Rolando Garbey.

Fue grande la jornada vivida aquel viernes 30 de agosto como colofón de un evento bien organizado en el que la nómina anfitriona también alcanzó una presea de plata y dos de bronce, y dejó en los puestos siguientes a la Unión Soviética (2-2-4) y Estados Unidos (1-1-2).

CUATRO años más tarde la capital yugoslava abrió sus puertas a la segunda versión y Cuba se mantuvo en lo más alto pese a perder a sus dos primeros finalistas: el minimosca Jorge Hernández, ante quien tomó desquite el keniano Stephen Mushoski, su víctima en la final precedente, y el mosca Héctor Ramírez, a manos del polaco Henryk Srednicki.

El gallo Adolfo Horta abrió la senda triunfal del mayor archipiélago caribeño y en lo adelante le imitaron el pluma Ángel Herrera, el mediano José Gómez, el semipesado Sixto Soria y Stevenson, convertido en doble campeón del planeta.

El ligero Luis Felipe Martínez también llegó a la cartelera definitoria pero tuvo que conformarse con plata y el balance de los líderes cerró en 5-0-0, con la URSS (3-1-2) como escolta principal.

Esa vez el certamen transcurrió del 6 al 20 de mayo, animado por 220 atletas de 40 países, y completó su cuadro de mayor jerarquía con el ligero nigeriano Andeh Davidson y los soviéticos Valery Lvov, ligero welter; Valery Rachkov, welter; y Víctor Savchenko, ligero mediano.

AUNQUE el italiano Francesco Damiani se interpuso sorpresivamente y Stevenson quedó con los deseos de sumar su tercera corona, Cuba defendió con éxito en Munich 1982 el reinado de las dos ediciones anteriores.

Damiani no fue una estrella, pero venció bien al favorito supercompleto y resultó noticia pese a caer frente al estadounidense Tyrell Biggs en programa final marcado por victorias de cinco de los seis cubanos: Adolfo Horta, subido a la división pluma, el ligero Ángel Herrera, el ligero welter Carlos García, el mediano Bernardo Comas y el semipesado Pablo Romero.

Las fajas restantes quedaron en poder del búlgaro Ismail Mostafov (48), los estadounidenses Floyd Favors (54 kg) y Mark Breland (67), y los soviéticos Yuri Alexandrov (51), Alexander Koskin (71) y Alexander Yagubkin (91), primer monarca de una categoría aparecida entonces en esos concursos.

EN 1986 el siguiente encuentro trasladó su escenario a Reno, urbe estadounidense donde Stevenson no creyó en sus 35 años y transitó inmenso un pareo duro para sellar el sueño de la triple supremacía, igualmente conquistado por Adolfo Horta, quien brilló allí como ligero.

Colectivamente Cuba implantó otro récord al apoderarse de siete pergaminos máximos con aportes del consagrado Pablo Romero (81) y los novatos Juan Torres Odelin (48), Pedro Orlando Reyes (51), Ángel Espinosa (75) y Félix Savón (91).

La Copa Rusell quedó en manos de Teófilo en premio a su condición de mejor peleador de la justa, y los otros ganadores fueron el sudcoreano Moon Sung-Kil (54), el soviético Vasili Shirov (63,5) y los norteamericanos Kelcie Bank (57), Kenneth Gould (67) y Darin Allen (75).