Santiago de Cuba.- A MÁS de un año de que se detectaran los primeros casos positivos a la COVID-19 en Cuba, los trabajadores del Centro Provincial de Medicina del Deporte (Cepromede) han tenido que variar sus rutinas para brindar apoyo a la comunidad atlética y otros pacientes.
Único de su tipo en la llamada Tierra Caliente, la institución apuesta por un riguroso seguimiento a las estrategias diseñadas para evitar la propagación del Sars-Cov-2 entre deportistas, glorias y trabajadores del Inder.
«Para combatir la propagación de la COVID-19 establecimos un estricto control epidemiológico en escuelas, academias e instalaciones del deporte en la provincia, donde velamos por el estricto cumplimiento de las medidas orientadas por el consejo de defensa provincial y la dirección del Inder», explicó el director del Cepromede Eloy Oliveros Serrano.
Según el galeno, «Una vez que los estudiantes y atletas, incluidos algunos de los equipos nacionales, fueron enviados a sus hogares, continuamos el seguimiento individual a través de las pesquisas con todos nuestros especialistas.
»Esta acción la hicimos extensiva a las glorias del deporte, la mayoría personas mayores, lo cual las convierte en un grupo vulnerable. A ellos les hicimos consultas especializadas a sus casas y les llevamos los medicamentos que necesitaban. Incluso, hemos atendido a personalidades de otros sectores, como la cultura, dando respuesta a solicitudes recibidas de instituciones como la Uneac y otras», aseveró.
El departamento de sicología ha sido de los más activos durante la pandemia. Entre sus actividades destacan los consejos vía online y la atención directa en la “zona roja” a niños y padres en el hospital infantil norte de la Ciudad Héroe.
«A pesar de todo, tratamos de mantener las investigaciones y la superación de nuestro personal, en que se incluyen más de 40 másteres. Independientemente de lo que ocurra con el curso escolar y el calendario de competencias, nosotros ajustaremos nuestras dinámicas para que a los deportistas no les falte el control médico en ningún momento», enfatizó Oliveros Serrano.
Sin duda, una de las situaciones más complicadas asumidas fue el control de los contagios en la plantilla de las Avispas de Santiago de Cuba, lo cual afectó el desarrollo de los play off de la 60 Serie Nacional de Béisbol.
Al respecto, Eloy explicó que «fueron días muy tensos, incluso parte de la tríada médica del equipo se contagió durante el proceso. Rápidamente pusimos sustitutos y nos volcamos por completo a apoyar que los muchachos salieran de ese incómodo momento sin lamentar males mayores, para que pudieran completar su participación en el campeonato».
El Cepromede, ubicado en la ciudad deportiva santiaguera, recibió el pasado año labores de mantenimiento que lo convirtieron en referencia entre los de su tipo en el país.
El remozamiento amplió la institución a partir de un mejor aprovechamiento de sus espacios. También cambió su estética y confort, tanto en el área administrativa como en la prestación de servicios, lo cual permitirá mantenerse como una clínica a la altura de nuestros atletas.
«La COVID-19 no nos puede detener. Siempre buscamos avanzar, sin importar las dificultades. Trabajamos en pos de perfeccionar la asistencia médica especializada, desarrollar nuestra infraestructura, mejorar el equipamiento, la informatización y la interacción con otros centros de investigación. Por supuesto, con los cambios que trae la Tarea Ordenamiento, tenemos que buscar las vías para exportar nuestros servicios y generar ingresos que ayuden a alcanzar estas metas», finalizó el galeno.
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