Lima.- LOS XVIII Juegos Panamericanos amanecieron hoy con las buenas vibras de una nación peruana orgullosa ya de su mejor actuación histórica en estas lides.
La jornada de sábado reservó a la delegación local los premios necesarios para superar la añeja barrera de las 14 preseas (2-5-7), lograda nada menos que en la edición fundacional de Buenos Aires 1951, en Argentina.
Hasta el 3 de agosto, poco más de la mitad del calendario de la cita, los anfitriones acumulaban cuatro medallas de oro, dos de plata y diez de bronce, y marchaban en el décimo escaño de la tabla de países.
El momento histórico, ese de superar los 14 premios, estuvo a cargo de los tenistas Sergio Galdos y Juan Pablo Varillas, vencedores sobre Bolivia en la disputa de las preseas de bronce de la modalidad de dobles.
La televisión local transmitió no solo ese desafío sobre arcilla, sino que después resaltó el acontecimiento una y otra vez, en sintonía con lo preconizado por el mandatario del país Martín Vizcarra en los meses previos al evento: ganaremos muchas medallas.
Otra televisora confirmó, más bien recordó, que todos los ganadores de preseas recibirán uno de los departamentos de la hoy Villa Panamericana, como regalo del gobierno del Perú y la organización de los Juegos.
Hasta la fecha ya tienen "llaves" aseguradas los dorados de la maratón, Christian Pacheco y Gladys Tejeda; Natalia Cuglievan de esquí acuático y Diego Elías del squash.
También los plateados taekwondocas Hugo del Castillo y Marcela Castillo, y una lista más extensa de bronceados, entre los cuales destacan los boxeadores Leodán Pezo y José María Lucar; el pesista Luis David Bardales, el surfista Itzel Delgado, los tiradores Marko Carrillo y Nicolás Pacheco; los tenistas Galdos, Varillas y Anastasia Iamachkine, y los integrantes de los equipos de squash y poomsae.
Lo esencial de todo esto es que otra vez sale a relucir el plus que aporta la condición de anfitrión, derivado de las inversiones financieras realizadas y de las ventajas de conocer al dedillo los escenarios, disponer de apoyo mayoritario del público y de un extra emocional indudable.
Cuba lo hizo en 1991, República Dominicana en 2003, Canadá en 2015. Hay más ejemplos. Perú lo está haciendo y aún le quedan alegrías por vivir.
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