Budapest.- SE LE ve saltando de grada en grada, deteniéndose para una foto y posando para las cámaras de la televisión. Siempre en movimiento. Así de inquieta anda Youhuu, la mascota del XIX Campeonato Mundial de Atletismo 2023, que se ha robado el corazón del público.

Se trata de una oveja racka -solo vista en estas latitudes- que calza enormes zapatos y baila espontánea y traviesa. De una súbita carrera, cual velocista, pasa al salto y a veces al lanzamiento de una jabalina. Siempre interactúa con los protagonistas y el público para hacer más amena la fiesta.

Como símbolo de los héroes cotidianos, esos que surgen de la pista en el Centro Nacional de Atletismo de Hungría, fue descrita durante la presentación oficial de una cita que “dobla la curva” en busca de la meta este domingo.

Cuentan que las rackas, con sus inconfundibles cuernos en forma de espiral, llegaron a esta zona hace más de mil años junto a los primeros pobladores. Desde entonces se convirtieron en fieles acompañantes como fuente de carne, leche y lana.

Las mascotas constituyen un elemento casi imprescindible en cualquier celebración deportiva. A través de ellas se transmite la alegría y el entretenimiento, además de transformarse en fuente de inspiración, especialmente de los niños.

Cada mascota escogida para los certámenes mundiales de atletismo se ha identificado con algo icónico del país anfitrión. En ocasiones, el vínculo surge con alguna figura local de este deporte.

Así sucedió en la edición inicial de Helsinki 1983 con un conejo bautizado como Lasse Junis. Traducido al español significa La liebre Lasse, en referencia al fondista finés Lasse Virén, cuatro veces campeón olímpico entre Múnich 1972 y Montreal 1976.

Linces, osos, perros, gorriones, erizos, halcones y hasta la mítica criatura Pie Grande han formado parte del universo imaginativo de sus creadores, entre ellos niños, como sucedió en Londres 2017. 

La propuesta de Elinor, una niña británica de solo nueve años, fue seleccionada por un jurado integrado entre otros por atletas de élite, como la campeona olímpica Jessica Ennis-Hill. La abeja Whizbe y el erizo Hero funcionaron también como llamado a la preservación de estas especies con poblaciones cada vez más disminuidas.

Aunque resulta imposible ignorar su presencia durante las competiciones, algunas mascotas pasaron a la historia sin penas ni glorias, mientras otras calaron por su gracia o algún suceso inesperado.

Entre estas últimas se anota, sin dudas, Legend the Bigfoot (Leyenda de Pies Grandes), el animador de Oregón 2022. En medio de las competencias aconteció el robo de una parte del disfraz. Luego se supo que un fotógrafo acreditado quiso hacer una broma llevándose la cabeza y publicó sus fotos con ella en las redes sociales de internet, iniciativa que pagó con la expulsión del certamen.

La única edición sin estos personajes fue la de París 2003. Ojalá nunca se repita tal ausencia. Imposible imaginar un gran evento deportivo sin su mascota, esa que enamora con su ternura y divierte con cada travesura.