Por Lisset I. Ricardo, enviada especial
Lago Calima, Colombia.- EL ORO de Cuba en la segunda jornada del canotaje lo llevó a su pecho en el K-1 a 500 la fornida morena Yurieni Guerra, quien sumó el bronce junto a la novel Flavia López en el bote biplaza de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe.
«He entrenado bastante fuerte, he hecho una buena preparación y sabía que lo iba a lograr, no estaba confiada pero tenía esa meta y me sentía lista para hacerla realidad», expresó sonriente a JIT la cienfueguera de 28 años de edad.
Yurieni no dio tregua desde la partida y sin contratiempos aseguró la victoria con crono de 1:55.623 minutos para dejar atrás a la finalista mundial Beatriz Briones, de México (1:57.467) y a la anfitriona Diexi Molina (2:03.049).
Tras alcanzar la cuarta dorada del piragüismo cubano, 50 minutos después ya estaba de nuevo dispuesta para la segunda prueba de la fecha, esta vez a la cabeza de la embarcación que compartió con López, también de 1,72 cm de estatura, quien debutó internacionalmente este día encaramada en el tercer lugar del podio.
«En realidad Flavia y yo apenas llevábamos dos semanas entrenando, conocíamos que era difícil superar a las más experimentadas de México y Colombia, ella aún es muy nueva, no ha entrenado en la altura, pero las cubanas siempre tenemos la autoestima bien en alto y en cada duelo vamos por más», explicó la propia Guerra.
Y es por eso que la matancera de solo 19 primaveras no puede esconder sus lágrimas mientras asegura que «di todo lo que tenía, por eso me siento bien aunque llore pues hice lo que pude, me entregué y soy feliz porque aporté al medallero de mi país».
«Primero fue nadadora pero a partir del cuarto grado escolar comencé en canotaje y en el 2016 promoví a la selección nacional. Creo que me falta preparación en altura y seguir compitiendo para acumular experiencia», recalcó.
Las campeonas aztecas Karin Alanis y Maricela Montemayor en K-2 a 500 marcaron 1:44.879 minutos y detrás las colombianas Yerly Muñoz y Diexe Molina con 1:45.621, las isleñas 1:48.162, en tanto cerraron las venezolanas Angélica Jiménez y Zulmarys Sánchez con 1:51.840.
Ernesto Delgado, entrenador de las cubanas, piensa que «faltó alcanzar un poco más de nivel para este evento, pero tuvimos poco tiempo, aunque se veían bastante bien. Yurieni lo hizo en la altura, ya estaba designada para estos juegos, a Flavia hubo que insertarla después, hacía preparación general para el clasificatorio panamericano, hubo que hacer un cambio rápido y por eso estoy contento con el bronce».
Este jueves concluye el canotaje, en el que Cuba suma 5-1-2, con las regatas de K-1 masculino y femenino a 200 metros, jornada en la cual competirán Fidel Vargas, quien suma una de cada color, y Yurieni, que cumple ya una década en el equipo nacional y quiere cerrar en esta cita regional bien arriba.
«En esta final no puedo tener otro pronóstico que el oro para mi Patria, solo pienso en remar duro y rápido», manifestó con su sonrisa alegre la piragüista que después de ocho años sin remar conquistó en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 oro en K-2 junto a Yusmari Mengana, ahora convertida en mamá, así como plata en el K-4.
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