La Habana.- CONSEGUIR clasificaciones a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023 en las tres especialidades estuvo entre los objetivos cumplidos por los gimnastas de Cuba durante el año a punto de concluir.

Los boletos se aseguraron durante el campeonato continental celebrado en julio pasado en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, donde primero compitieron los varones del trampolín, luego los equipos de gimnasia artística y finalmente las niñas de la rítmica.

En todos los casos la responsabilidad fue asumida con nuevos exponentes, pues entre 2020 y 2021 resultó ineludible la renovación de las selecciones nacionales al salir figuras llamadas a representarnos en los principales eventos del ciclo que concluirá con los Juegos Olímpicos de París 2024.

En ocasiones, incluso, hubo que partir casi de cero o llamar a filas a gimnastas con escaso o nulo roce en lides internacionales.

Quizá el mejor ejemplo se vio en el trampolín, con jóvenes que apenas tuvieron meses para preparar el programa con que compitieron en la Arena Carioca 1, desde donde regresaron con pasajes a la cita multideportiva regional en San Salvador.

En la especialidad artística no solo cambiaron los competidores, pues a nuevos entrenadores les tocó la exigente tarea de conducir a sus pupilos hacia el cumplimiento del objetivo.

La nómina varonil estuvo formada por Alejandro de la Cruz, José Carlos Escandón, Diorges Escobar, Pablo Harold Pozo y Yohandry Villaverde, quienes tendrán como meta principal lograr la clasificación a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.

En suelo carioca el grupo de Leyanet Pruna, Lia Katherine Díaz, Isuamy Perera, Angelissa Ponce y Yumila Caridad Rodríguez demostró compromiso para lograr el resultado anhelado y mira con optimismo hacia nuevas metas en la cercana temporada.

En el mismo escenario las especialistas de rítmica no fallaron en la misión y aseguraron presencia en la capital salvadoreña de tres gimnastas individuales y el conjunto.

Además dieron pasos importantes para elevar su nivel con la asistencia por segunda ocasión a la copa AEON de clubes, en Japón, y muy recientemente estuvieron en el torneo internacional Divina Gracia en Rusia, invitadas por la prestigiosa exgimnasta Alina Kavaeva.

A pesar de la inexperiencia, las niñas de la rítmica enfrentaron cada compromiso con la mentalidad de sacarles el máximo provecho, entre esos codearse con rivales de países de mayor tradición, lo que les permitió evaluar aciertos y errores durante la preparación en casa.

A todo eso habría que sumar el reto que significaron las actualizaciones al código de puntuaciones, algo que obligó a reestructurar los programa e incrementar las dificultades técnicas y artísticas de cada ejecución.

Entre los aspectos que marcaron el año estuvieron además las dos visitas realizadas por el presidente de la federación internacional, el japonés Morinari Watanabe, quien tuvo la posibilidad de conocer las realidades que marcan a este deporte en la Isla.

De todo lo vivido durante 2022 nuestros exponentes han sacado no pocas experiencias y proyectado la ruta a seguir. 

En el horizonte no solo se vislumbra la cita centrocaribeña de San Salvador 2023. La participación en los V Juegos del Alba también marcarán el camino que pudiera  asegurar la llegada a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.