La Habana.- FRANCIA sigue ante el reto de sostener su corona en la Copa Mundial de la Fifa de Catar 2022.
La tarea resulta tan compleja que solo Italia, en las ediciones de 1934 y 1938, y Brasil en las de 1958 y 1962, han sido campeones consecutivos. En los últimos 60 años nadie lo ha logrado.
Ante los galos se planta la selección de Marruecos, una piedra en el zapato para grandes como Croacia, Bélgica, España y Portugal.
Si bien Les Bleus han marcado 11 goles en esta edición mundialista, los Leones del Atlas no han recibido ninguno por jugadas del adversario. La única vez que batieron al guardameta Yassine Bounou ocurrió por infortunio de su defensor Nayef Aguerd ante Canadá.
Esta vez el muro africano enfrentará a goleadores como Mbappé y Girud, quienes suman nueve dianas entre ambos. Visto a la inversa, los europeos tendrán la difícil tarea de fabricar el primer tanto a la mejor defensa del evento.
El director marroquí Walid Regragui se ha convertido en un talismán llegado como "tapado" a Catar 2022. Sin embargo, a estas alturas aparece en la pizarra de todos los técnicos para descifrar los entresijos de un planteamiento a priori vulgar y ultradefensivo, pero escandalosamente eficaz para pasar sobre escuadras de mayor caché.
La palabra sorpresa comienza a tornarse, más que tópica, irreverente para un conjunto capaz de colarse en semifinales. Mire usted cuántos quedaron en el camino y entenderá si triunfar así va de sorpresas.
Ahora, como en las anteriores veces, toca a los marroquíes derribar a un gigante, nada menos que al campeón mundial defensor, un equipo sólido en todas las líneas y dispuesto a poner punto final a su épica en la cita de sus vidas.
La duda razonable invade a los analistas y los pronósticos abiertos se tornan reservados, aunque todavía se vaticina que Francia estará en la final.
Por el otro lado del organigrama se prevé una batalla brutal entre la actual subcampeona, Croacia, ante la Argentina de Messi.
Scaloni consiguió tocar la tecla del juego ordenado y reavivó el genio de Messi, sobre todo con el plus de saber despojarse de la dependencia excesiva de esa, su gran estrella.
La Albiceleste, luego de la sorpresiva derrota ante Arabia Saudita en el debut, marcó dos goles en sus siguientes presentaciones. La nota media fue no poder sostener su arco imbatible más allá de las presentaciones ante las timoratas selecciones de México y Polonia.
Algún desajuste defensivo y la terquedad de su director técnico, al dejar en el banco a Pablo Dybala, representan escasos señalamientos. En frente tendrán a Croacia, un equipo que llega con menos holgura a la instancia semifinalista. De hecho, acumula cuatro empates y solo la victoria de 4-1 ante Canadá.
Lo importante para el Vatreni es que tampoco ha perdido encuentros, incluido el de cuartos de final ante una de las escuadras superfavoritas de esta Copa: Brasil.
El juego de ambas selecciones encaja en cuanto al medio campo, mas los balcánicos, con dos empates a cero, acusan menos gol. Eso sí, les caracteriza el despliegue táctico y pueden mutar de un equipo trabajador a otro vertiginoso, en dependencia del marcador. La Verdeamarelha ya lo probó antes de ir a casa.
Aquí el pronóstico se antoja más reservado. Los europeos no parecen favoritos ante los sudamericanos, pero tienen posibilidades de discutir el título, por supuesto.
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