La Habana.- LAS DISCIPLINAS de combate se sitúan en un lugar privilegiado dentro de la historia deportiva cubana. A nivel olímpico y mundial han aportado la mayor cantidad de triunfos, de ahí que casi todas figuren entre las estratégicas para el país.

En juegos continentales y regionales, en que la Isla exhibe jerarquías desde 1970, lo ocurrido sobre colchones, tatamis, pistas y encerados ha sido crucial para sostener las posiciones de liderazgo a las que jamás renunciaremos.

Un repaso a las estadísticas centrocaribeñas confirma tal aseveración, toda vez que púgiles, esgrimistas, judocas, karatecas, luchadores y taekwondocas han garantizado el 28% de los títulos y el 22% del total de medallas. (Ver tabla)

Desde el ascenso definitivo a la cúspide de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, ocurrido en Panamá hace 48 años, estos deportes siempre han aportado cifras doradas de dos dígitos, con signos de exclamación para lo ocurrido en Maracaibo 1998, cuando entre todos sumaron nada menos que 62 coronas.         

Avezados especialistas, y también los aficionados, coinciden en afirmar que «si fallan el boxeo, la lucha y el judo, todo estará perdido», una sentencia con matiz popular que ha incluido por etapas a la esgrima y el taekwondo.

A pocos días de iniciarse en Barranquilla, Colombia, la edición XXIII de la cita, la delegación cubana mira hacia el área de combate con la aspiración de igualar o superar los 37 títulos alcanzados en Veracruz 2014, una meta que para nada será asunto de “coser y cantar”.

A priori, el boxeo no podrá cumplir con las nueve diademas firmadas hace cuatro años, pues se le escaparon dos cupos en el evento clasificatorio. El judo, a pesar de su calidad, las ganas y el entusiasmo reinante, tendría que realizar una proeza para volver a colgarse 13 metales áureos. Y el kárate perdió a las dos figuras que estaban en mejores condiciones de subir al escalón más alto del podio.

Los crecimientos, por tanto, parecen asequibles en esgrima, lucha y taekwondo, sin desconocer la calidad de los rivales, los riesgos siempre latentes del arbitraje y la presión de un cierre de los Juegos catalogado de “vida o muerte” para Cuba, pues en las últimas cinco jornadas deberá caer entre el 60 y 70 por ciento de los oros requeridos para ascender al primer lugar del medallero general.

Los taekwondocas serán los primeros en lidiar, del 20 al 23 de julio en el coliseo del Colegio Marymount. Dispondrán de 16 exponentes, entre los cuales destacan varios llegados al podio en la edición precedente y con experiencia y resultados en niveles superiores, a decir Yosmailys Ferrer (46 kg), Yamicel Núñez (53), Glenhis Hernández (73), José Ángel Cobas (74), Rafael Alba (87) y Robelis Despaigne (+87).

México, líder indiscutible en este deporte, será el rival a derribar, aunque trasciende que esta vez no dispondrá de sus mejores representantes.

En la medianía del calendario (25 al 27 de julio) y en ese propio escenario, entrarán en acción los 16 karatecas, un grupo integrado por una mujer que lidiará en la katá y por especialistas de ambos sexos en el kumité o combate.

Tras salir con cinco preseas de la versión azteca, pero ninguna de oro, el reto ahora está en sumar la mayor cifra de premios posible, tarea que encabezan Yoandra Moreno (+68 kg) y Cirelys Martínez (68 kg), ganadoras entonces de plata y bronce, respectivamente.

Venezuela, México, República Dominicana y Colombia poseen selecciones de alto nivel y deben repartirse los tronos.

Los boxeadores, bajo la égida del profesor Rolando Acebal, asumirán las carteleras (26/7 al 2/8) en el Salón Jumbo del Country Club con la perfección como premisa. Todos poseen elevado rango y son favoritos al título, más allá de la calidad del plantel de casa y las individualidades existentes en México, República Dominicana y Guatemala.

Si los jueces actúan debidamente, pueden conseguirse las coronas exigidas hoy a Robeysi Ramírez (56 kg), Lázaro Álvarez (60), Andy Cruz (64), Roniel Iglesias (69), Arlen López (75), Julio César La Cruz (81), Erislandy Savón (91) y José Larduet (+91).

Ante ellos sobresalen figuras como Leonel de los Santos (60 kg/ RDO), Jorge Vivas (75/ COL), Lester Martínez (75/ GUA), Rogelio Romero (81/ MEX), Deivis Julio (91/ COL) y Christian Salcedo (+91/ COL).

Las selecciones de judo se han conformado con una mezcla de experimentados y noveles, pero cualquiera de los cálculos nos sitúa en condiciones de atrapar entre ocho y 12 laureles. Los oponentes capaces de “aguar la fiesta” están dispersos entre Colombia, México, Venezuela, Puerto Rico y Dominicana, según afirman nuestros estrategas.

Las principales apuestas de la Isla pasan por Anailys Dorvigny (57 kg), Maylín del Toro (63), Kaliema Antomarchi (78 kg), Idalys Ortiz (+78 kg), Oniel Solís (66 kg), Magdiel Estrada (73), Jorge Martínez (81), Iván Silva (90), José Armenteros (100) y Andy Granda (+100), más los equipos en ambas ramas.

Las competencias serán en el coliseo del Marymount, entre el 29 de julio y el 2 de agosto.

La lucha viajará con la ambición de barrer en los estilos libre y greco para hombres, y de marcar al menos dos veces en la justa femenina. Su evento acontecerá en la Universidad del Atlántico en fecha casi idéntica a la del judo.

Los grequistas marcan distancia sobre sus retadores, aun cuando en la lista aparecen novedades como Luis Orta (60 kg), Ariel Fis (77) y Daniel Grégorich (87), todos en completa capacidad para imponerse. De los estelares Ismael Borrero (67), Yasmany Lugo (97) y Mijaín López (130 kg) no urge comentar demasiado, salvo que están “sobrados”.

Los libristas poseen una tanda “violenta” para el rigor centrocaribeño, pese a que dificultades de salud aconsejaron dejar en casa al multimedallista mundial Liván López (74 kg).

Reineris Andreu (57), Alejandro Valdés (65), Yurieski Torreblanca (86), Reineris Sala (97) y Yudenny Alpajón (125) se antojan listos para dominar sus divisiones, mientras que Franklin Marén (74) puede hacer lo mismo muy a pesar del boricua Franklin Gómez y el colombiano Néstor Tafur.

Las seis muchachas forman un plantel de creciente desarrollo y tiene fijados sus chances dorados en Lianna Montero (57 kg), Yakelín Stornell (62 kg) y Yudaris Sánchez (68 kg), esta última con el camino más despejado en principio. Sucede que la primera de la lista tendrá delante a la azteca Alejandra Romero, mientras la segunda deberá sortear el duro escollo que representará la cafetera Jackeline Rentería.

Finalmente tenemos a los esgrimistas, convocados para el Centro de Eventos Puerta de Oro del 27 de julio al 2 de agosto. Los especialistas de la espada en ambos sexos, junto a las mujeres del sable, cargan con la tarea de firmar un resultado de entre tres y cinco medallas de oro.

Algunas fuentes advierten que figuras de Venezuela y otras naciones podrían ausentarse a Barranquilla, debido a compromisos internacionales de otra índole. Siendo así, las opciones de Cuba crecerían sin duda alguna.

Las espadistas Yania Gavilán, Seily Mendoza y Yamirka Rodríguez, junto a sus colegas varones Reynier Enrique, Ringo Quintero y Yunior Reytor lidiarán por el oro individual y  colectivo. Y algo similar harán las sablistas Darlin Robert, Leidis Veranes y Yaritza Goulet.

Hasta aquí estos apuntes que permiten sacar cuentas más o menos exactas. Lo importante es que existen las potencialidades para obtener un preciado botín. Solo restar “cargarlo” y eso exigirá maestría deportiva y entrega total.

MEDALLERO DE LOS DEPORTES DE COMBATE(1926-2014)

TÍTULOS DE LOS DEPORTES DE COMBATE ENTRE 1970 Y 2014

NC: no convocada.