La Habana.- CUATRO expertos de la Asociación Mundial Antidopaje (Wada, por sus siglas en inglés) cumplimentaron recientemente una auditoría al Órgano Nacional Antidopaje de Cuba (Onac), un ejercicio de elevado rigor que confirmó a la Isla en el camino correcto en este ámbito.

Así trascendió en diálogo de JIT con el doctor Jorge Pavel Pino Rivero, director del Instituto de Medicina del Deporte (IMD) y quien ha jugado un rol esencial en el enfrentamiento a este flagelo desde nuestro país durante varios lustros.

Los especialistas designados, provenientes de Canadá, Perú y Colombia, cubrieron una apretada agenda de labor los días 25 y 26 de abril último.

«Revisaron las políticas del Onac, su estructura, presupuesto y todo lo concerniente al registro de las actividades, a decir los controles antidoping practicados, el modo de análisis de los resultados y el manejo de los mismos; el expediente de sanciones a atletas y la implementación del Sistema Informático de Administración Adams. También sostuvieron entrevistas con varios integrantes del Órgano», explicó el directivo.

En cuanto a la evaluación del examen, el galeno cubano recalcó que no estará lista hasta dentro de seis semanas, pero que antes de marcharse los visitantes ofrecieron consideraciones preliminares.

«Ante todo ratificaron el reconocimiento a Cuba en materia de prevención del dopaje, lo que está en consonancia con la reciente elección de la nación para la vicepresidencia de la Unesco en esta rama. Luego plantearon una serie de recomendaciones referidas al financiamiento, estructura y funcionamiento del Onac, y al empleo del Sistema Adams», comentó Pino Rivero.

«Las consideraciones finales de la Wada contendrán una serie de medidas correctivas de diversa escala, a las cuales deberemos responder en un periodo de tres meses. Nuestra apreciación es que los saldos de la auditoría han sido positivos, que estamos en el camino correcto y podremos solucionar las deficiencias en los plazos establecidos», estimó quien lidera el IMD desde hace ya ocho años.  

Interrogado sobre la disyuntiva de aprobar o desaprobar, Pavel sentenció que «salir airosos permite que el Onac continúe practicando controles a nuestros atletas, y que estos puedan asistir a todas las competencias internacionales. Se trata de un asunto estratégico».

No faltó en el diálogo la sutileza sobre las razones de que Cuba figurara entre las 10 primeras naciones auditadas, a lo cual respondió: «Le pregunté a los expertos apenas llegaron y sus razones fueron convincentes. La Isla figura en el nivel uno de la Wada, por el positivo balance entre resultados deportivos a nivel mundial y cumplimiento de la política antidopaje».

El Onac surgió en 2008 por una resolución del presidente del Comité Olímpico Cubano, José Ramón Fernández, y en la actualidad está presidido por el prominente investigador Carlos Gutiérrez Calzado.

Lo integran una veintena de miembros provenientes de sectores como la educación, la salud pública, justicia, la Aduana, el Ministerio del Interior, el Inder y otros. Practica cada año más de mil controles a atletas cubanos, cuyo proceso de análisis tiene lugar mayoritariamente en el Laboratorio Antidoping de La Habana.

La Wada, por su parte, nació el 10 de noviembre de 1999 en Lausana, Suiza, con el propósito de promover, coordinar y monitorizar la lucha contra el dopaje en el deporte. Rige su actividad por el Código Mundial Antidopaje, del cual son signatarios más de 200 países, entre ellos Cuba.

Tras años de implementación de los estándares de evaluación para los laboratorios de todo el planeta, a través de los cuales se decide o no su acreditación, el organismo exigió la creación de los órganos nacionales antidopajes y más recientemente aprobó el sistema de auditoría y sus indicadores.

El escándalo acaecido alrededor del caso ruso ha relanzado la ejecución de estas revisiones a fondo en todos los continentes.