La Habana.- EL PRIMER juego de los play off semifinales de la 57 Serie Nacional de Béisbol, entre Matanzas y Granma, reafirmó lo acontecido en la etapa clasificatoria: desde los line up iniciales comenzaron las decisiones polémicas en ambos equipos.

El béisbol es ofensivo y se gana por carreras. Resultó raro que el líder jonronero de la campaña no figurara entre los titulares en el partido inaugural de la postemporada.

Le sucedió al granmense Lázaro Cedeño, al que para nada le valieron sus 20 cuadrangulares en la etapa clasificatoria, a diferencia del refuerzo avileño Raúl González, de pobre desempeño ofensivo en la segunda fase del torneo.

Matanzas, por su parte, acertó con la inclusión de Aníbal Medina como hombre proa, quien abrió la primera entrada con tubey y se embasó en tres de sus cinco comparecencias al plato, con dos carreras anotadas.

El camarero matancero reafirmó su titularidad por encima de un jugador con prestaciones internacionales como Jefferson Delgado. Esta fue la primera jugada ganadora del estratega Víctor Figueroa.

Yoanny Yera demostró por qué fue uno de los mejores lanzadores del campeonato. Mostró toda su clase desde el ponche retador con un strike cantado a Alfredo Despaigne en la primera entrada. Fue su tercera salida de calidad ante Granma en el torneo.

El zurdo de Martí se reafirmó como líder en ponches de la justa, al propinar 10 estrucados en seis entradas de actuación con solo tres hits permitidos y una carrera. Dos innings seguidos (tercero y cuarto) con escón de ponches, y siete outs consecutivos por la misma vía serían suficientes para apuntalar una actuación de lujo.

Salvo Raúl Gonzalez, todos los jugadores granmenses se poncharon e incluso el gran Despaigne y Raico Santos por partida doble.

Las palmas para el mánager Víctor Figueroa, quien brinda confianza a sus abridores y permitió que Yera cerrara la sexta entrada cuando parecía explotado.

Lázaro Blanco, por su parte, repitió por segunda vez en el año una mala salida ante Matanzas. Explotó en la quinta entrada sin sacar outs. Muy lejos de su control habitual regaló cinco boletos, propinó un pelotazo y permitió cuatro carreras. Se repitió la misma dinámica de la serie Nacional.

Lo más positivo para los cocodrilos es que su pitcheo luce inmenso y con muchas opciones. Jonder Martínez cerró con tres entradas de lujo.

Por su parte, el pitcheo de Granma parece desguarnecido cuando salen de sus abridores y ojalá no le pase factura a Carlos Martí el hecho de solo haber pedido un lanzador de refuerzo para esta fase.

La productividad fue otro factor clave para los yumurinos, al fabricar siete carreras con apenas la misma cantidad de indiscutibles. Incluso en la sexta entrada, sin conectar hits, anotaron en tres ocasiones.

Frederich Cepeda mostró toda su clase al conectar dos indiscutibles y conseguir dos boletos que suman la estratosférica cifra de 111 en la campaña.

Preocupante para Martí los errores cometidos por Yordan Manduley y Raúl Gonzalez, que costaron varias carreras, porque estos refuerzos llegaron, justamente, para reforzar ese aspecto de juego.

Quizás lo único positivo de este primer duelo para el experimentado director granmense haya sido el buen trabajo de relevo de Erluis Blanco, que le pudiera conceder un mayor protagonismo en la semifinal.

Para el segundo juego fue anunciado por Matanzas el derecho Royd Hernández, líder en carreras limpias del torneo con 1,69, y quien frente a Granma en esta campaña acumuló 2-0, 1.23 ERA y solo le batearon 245 con 10 ponches en 14,1 entradas, según las estadísticas de Yirsandy Rodríguez.

Tendrá delante al zurdo santiaguero Ulfrido García, envuelto en una temporada consagratoria, toda vez que acumula 11-5, con dos lechadas, PCL de 3.08, 79 ponches y 42 boletos.

Matanzas propinó la primera estocada. El primer juego fue un anuncio de lo que pudiera ser esta semifinal: el excelente picheo matancero versus la gran ofensiva granmense.

Los cocodrilos ganaron la primera batalla en el pantano, pero todavía queda mucha guerra.