La Habana.- UN FIDEL visto en toda su dimensión, pero sobre todo desde el sentimiento de las estrellas que fueron fruto de su empeño, resultó hoy momento especial durante la primera sesión de la VII Convención Internacional de Actividad Física y Deportes (AFIDE 2017).

Incomparable resultó escuchar a Ana Fidelia Quirot llorar emocionada por la ausencia física del Deportista Mayor, o conocer en voz del Dr. Rodrigo Álvarez Cambras cómo surgió por su tremendo nivel de “adelantamiento” un departamento de traumatología del deporte.

En los rostros de los asistentes al Panel “Impronta de Fidel en el deporte cubano. Sus protagonistas” se evidenció disfrute al revivir el pasaje de Alberto Juantorena tras sus dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 o conocer del apoyo que recibió Javier Sotomayor en cada uno de los momentos más complicados de su carrera.

«Tuve la suerte y el gran privilegio de estar en muchas ocasiones muy cerquita de él y son innumerables los recuerdos, por eso hablar de Fidel me entristece», dijo una Ana Fidelia que le tuvo como apoyo incondicional luego de aquel accidente que casi le cuesta la vida en 1993.

«Tengo un dolor muy grande porque yo nunca le pude decir el agradecimiento que siento por él… no vale decirlo en las tantas entrevistas que lo he comentado, porque él se fue y no tuve la oportunidad de que lo escuchara de mí», confesó entre las lágrimas que no le dejaron terminar de hablar.

Igualmente agradecido se mostró el recordista mundial del salto de altura, Sotomayor, absoluto al asegurar que en cada una de sus medallas y de todos los deportistas de la Isla estuvo presente el empeño del Comandante en Jefe.

«Y si en el legado del Comandante él nos pidió que fuéramos fieles seguidores de Martí y de Maceo, hoy nosotros juramos que la familia del movimiento deportivo cubano será fiel e invencible seguidora de Fidel», ratificó el monarca olímpico de Barcelona 1992.

La jabalinista María Caridad Colón, la reina discapacitada Omara Durand, la voleibolista Yumilka Ruiz, los basquebolistas Ruperto Herrera y Tomás Herrera y el primer medallista olímpico luego de 1959 Enrique Figuerola fueron otros de los que regalaron su sentir en una Sala 1 del Palacio de las Convenciones desbordada de emoción.

No faltaron tampoco las palabras de agradecimiento de profesionales formados aquí en la ya desaparecida Escuela Internacional de Educación Física y Deportes, cuyos destinos quedaron marcados para siempre luego de conocer Cuba.

«Somos el resultado de esa gran idea y hoy trabajamos en el deporte y la recreación en nuestros países gracias al gobierno de Cuba y al Comandante Fidel», resumió sobre el sentir de muchos el guatemalteco Erick Velázquez.

Pero nada como la pasión de Juantorena para hacer patente el eterno sentimiento de todos: «Fidel estuvo siempre en el momento oportuno, siempre con nosotros, siempre diciendo que lo más grande del mundo es la dignidad, el patriotismo, querer a su Revolución, a su país, por eso no hay nada más grande que Fidel en el deporte».