Cali.- EL ESTADIO Olímpico Pascual Guerrero anda en constante ebullición por estos días con el ir y venir de los jóvenes que compiten en el Campeonato Mundial Sub-20 de Atletismo de Cali 2022. 

En medio del alboroto y la emoción por cada triunfo, a los seguidores de este deporte le vienen a la mente cubanos que han dejado en esta instalación agradables recuerdos.

Ninguno de los que ahora persiguen aquí la gloria había nacido cuando este santuario del campo y pista acogió las competencias de los Juegos Panamericanos de Cali 1971, certamen histórico para la Mayor de las Antillas por el récord mundial de Pedro Pérez Dueñas en el triple salto, entre otras muchas razones.

Era el 5 de agosto de 1971 y un jovencito delgado, sin cumplir los 20 años de edad, plantó cara al favorito brasileño Nelson Prudencio para acaparar todos los titulares de la jornada. Un segundo intento de 17,40 metros le colocó en el foco de la prensa, porque hasta ese instante nadie había llegado tan lejos en esa especialidad.

«Yo estaba en las gradas que están en la zona de la meta, recuerdo que era una pista de color rojo, y de pronto pegaron el grito... Fue toda una sensación», cuenta a JIT Pedro Grajales, uno de los protagonistas de aquella cita y toda una institución en el atletismo en esta ciudad. Como corredor de velocidad participó en los juegos olímpicos de Tokio 1964 y México 1968.

«Los cubanos son mis hermanos, hablar de ellos es como si hablara de mi familia», confiesa este hombre octogenario que se declara admirador del atletismo de la Isla y en general de toda su gente. Enorme la lista de amigos cubanos con los que compartió, entre los que sobresalen Leandro Civil, Sigfredo Bandera, Enrique Figuerola y los ya fallecidos Hermes Riverí e Irolán Echevarría.

«Para medir nuestro rendimiento comparamos los resultados con los de Cuba, sobre todo con resultados que ustedes lograron en décadas anteriores. Hemos tenido un aporte maravilloso de los entrenadores cubanos, ustedes tienen una escuela superior a la nuestra en organización y técnica», asegura con palpable admiración.

Grajales, quien tiene el honor de que un estadio de esta ciudad lleve su nombre, figura en la cumbre del atletismo acá y conversa con la memoria tan fresca como cuando plantaba cara a sus rivales en los 200 y 400 metros.

«Estuve en Cuba en un Memorial Barrientos de Atletismo, fui de entrenador y me gustó mucho La Habana. Recuerdo cada momento de aquel viaje y lo bien que la pasé», rememora durante un encuentro organizado con la colaboración de la periodista colombiana Konnie Mora, y al que acudió puntual pues «para mí los cubanos son lo primero».

Conversar con Don Pedro, como lo conocen todos aquí, es sentir orgullo de los muchos logros vividos por el Deporte Rey en la Isla. Recuerda cada momento y se siente privilegiado por haber disfrutado de algunos en vivo.

De anécdota en anécdota, habla de aquella vez en que se organizó un certamen para reinaugurar el estadio Pascual Guerrero y no podían faltar los cubanos...

«Era un torneo para estrellas, se reinauguraba la pista sintética y vinieron algunos como Juantorena, quien ya era directivo. Nos fuimos a un lugar a bailar música cubana y no tuve que pagar, el dueño me invitó por llevarle allí a los cubanos».

«Aquí es pasión por los cubanos, y ni hablar de la música, hay lugares en los que solo se escucha eso...», dice desde su admiración también como bailador, pues entre sus más gratas “hazañas” está aquel concurso internacional de salsa organizado en el marco de los Juegos Panamericanos de San Juan 1979, en que ganó el título por sobre cubanos, dominicanos y los propios puertorriqueños.

 «El atletismo es para mí como la tabla para el náufrago», así resumió su devoción por un deporte al que ha dedicado la vida y que para mayor suerte le permitió conocer a grandes campeones de Cuba que pudo convertir en sus grandes amigos.

De ellos guarda muchos recuerdos, tan grandes como el récord mundial de Pedro Pérez Dueñas que por estos días vuelven a su mente, mientras disfruta en el Pascual Guerrero de quienes en el futuro puedan contar que fue en este estadio donde comenzó su camino a la gloria.

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